CIUDAD DE MÉXICO, junio 25 (Notimex).- El teléfono celular del sacerdote Francisco Bautista Ávalos se convirtió en un elemento clave para determinar, hasta ahora, su culpabilidad en el asesinato del joven Hugo Leonardo Avendaño, ya que registros satelitales revelaron que estuvo en el lugar y momento del homicidio.
En la segunda audiencia del caso, un juez de Control consideró que Bautista Ávalos es el autor material de asesinato, luego que el agente del Ministerio Público presentó los registros de geolocalización de los celulares del párroco y de Avendaño, quien fungía como auxiliar en su iglesia.
En ellos se demuestra que el sacerdote y el joven estuvieron el pasado 11 de junio en la casa parroquial Cristo Redentor, en la alcaldía Tlalpan, desde las 23:04 horas hasta las 3:16 de la madrugada del día 12.
Además, el último mensaje que envió Leonardo la noche del 11 de junio desde ese punto, donde vivía el sacerdote, decía: “Ya llegué pa, voy a dejar el celular prendido, cualquier cosa, me llamas”.
Después, ambos dispositivos fueron ubicados juntos por la carretera Picacho-Ajusco y llegaron a las 3:48 horas a la colonia Héroes de 1910, en la parte alta de Tlalpan, donde fue encontrado el cuerpo de Leonardo a bordo de su camioneta.
En la audiencia, la defensa de Bautista Ávalos argumentó que el sacerdote no estuvo esa madrugada en dicho lugar y descartó que los registros satelitales sean suficientes para determinar su culpabilidad.
Mediante declaración de dos testigos, la defensa dijo que Bautista Ávalos olvidó su celular en la camioneta de Avendaño e incluso tuvo que adquirir otro, sin embargo, la versión fue desestimada por el juez.