Para estudiar el trato que se les da a los ciudadanos, el presidente municipal de Cuauhtémoc, Carlos Tena, se disfrazó de indigente, idea que tomó de un experimento social realizado en el extranjero. Para su personificación, acudió a su propia oficina en silla de ruedas y pidió una despensa, que le fue rechazada. No sólo esto, sino que también lo corrieron, haciéndolo sentir discriminado e ignorado.
Repitió este experimento en otra de sus oficinas, en donde la atención brindada fue igualmente hostil. “Ni agua me ofrecieron” dijo.
Tras recibir este trato, Tena, aún disfrazado, pidió hablar con el presidente y no se lo permitieron. Fue aquí cuando se quitó el disfraz y denunció la mala atención que se les da a los ciudadanos a su personal y anunció que tomaría medidas drásticas, empezando por ajustes al personal. Conmocionado por la experiencia, el propio alcalde compartió el resultado de este experimento, expresando la sorpresa que le provocó esta prueba.
El alcalde continuará creando estrategias para mejorar la atención a los ciudadanos en su localidad.
Con información de: www.excelsior.com.mx/