diciembre 15, 2024
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julio 8, 2019 | 199 vistas

CIUDAD DE MÉXICO. Julio 7 (Notimex)

El actor Joaquín Cosío atribuye que parte del éxito de su carrera actoral se debe a las facciones peculiares de su rostro, poco agraciadas y recias, pero que le han abierto las puertas en rodajes internacionales como “Rambo V: Last Blood”, “El llanero solitario” y “Spider man: Un nuevo universo”.

El actor de “El infierno”, película en la que interpreta al “Cochiloco”, afirmó que los productores y directores de cine le han señalado que es difícil encontrar un actor con esas líneas de expresión marcadas, que lo mismo pueden ser tiernas que insensibles.

“Sin duda le debo casi todo a mi rostro, porque la actuación es la capacidad de meterte a un personaje, pero la fisonomía es irrepetible”, reiteró. El “General Medrano”, en “Quantum of Solace”, puntualizó: “Mi cara es el éxito, porque no es común, algunos son guapos en este medio del espectáculo y otros son como yo, pero como yo ninguno”.

Sin embargo, destacó que su desempeño como actor también ha sido fundamental: “Para mí (la actuación) es una necesidad, sin importar el tipo de personaje a desarrollar, haga lo que haga. Claro, es distinto actuar en televisión, cine o teatro, aunque el eje es interpretar, personificar y desdoblar actitudes y conductas”.

Puntualizó que en el teatro la responsabilidad es mucho mayor, porque es más riguroso: “Cambia todo, es otro lenguaje, otros tiempos, no hay toma dos o repetición de escenas, el actor se debe mucho a su naturaleza y debe saber manejar inteligentemente la presión de saberse frente a un público”.

Actualmente Joaquín Cosío se encuentra a la espera del estreno de la cinta “Polvo”, de José María Yazpik, la cual retrata la realidad de un poblado, que cambia de suerte ante la llegada de negocios ilícitos.

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