En la ciudad china de Xiamen se describió la infidelidad de una mujer cuando le realizaron una prueba de ADN a sus recién nacidos gemelos y donde el resultado reveló que uno de los bebés era de diferente padre.
En aquellos lugares se acostumbra que los recién nacidos sean identificados genéticamente al momento de su registro.
Aunque muy poco común, este extraño fenómeno es posible y es que en esta ocasión la mujer no tuvo otra opción que admitir haber tenido una relación extramarital, lo que resultó en dos niños de diferente padre.
A estos casos se le llama superfecundación y es cuando dos o más óvulos son fertilizados durante el mismo ciclo menstrual por espermatozoides de encuentros sexuales distintos.
Con información de: www.debate.com.mx