En una propuesta binacional de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) con la Universidad de Texas, se trabaja en un proyecto para elaborar un catálogo de la flora que se encuentra en la zona conocida como la Provincia Biótica Tamaulipeca.
El director del Instituto de Ecología Aplicada (IEA), doctor Arturo Mora Olivo, explicó que la Provincia Biótica Tamaulipeca es una zona poco explorada, que abarca los estados del noreste mexicano, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, así como Texas en los Estados Unidos.
“Vamos a hacer un estudio de la flora. Estamos trabajando con el Dr. Andrew A. McDonald, un especialista en taxonomía de plantas superiores o vasculares de la Universidad de Texas en el Valle del Río Grande”.
“Acabamos de someter una propuesta a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), a través de una convocatoria que se llama ConTex”, expresó el investigador universitario.
“Vamos a ver cuáles son las especies más importantes de esta región y cuáles son susceptibles de ser aprovechadas por su uso por las localidades. Pero también vamos a hacer un estudio científico, para tener una colección de plantas que nos hable de la flora regional de este sitio”, indicó.
Apuntó que la Provincia Biótica es una región natural que alberga especies como el matorral espinoso tamaulipeco, un tipo de vegetación endémico de esta zona que se encuentra del centro de Tamaulipas hacia el norte, en porciones de Nuevo León, un poco de Coahuila y una parte del Sur de Texas.
“Hay una historia ecológica en esta región, la flora, la fauna, el suelo, son característicos y especiales, necesitamos conocerla, no restringirnos solamente a México, a Tamaulipas”.
“Necesitamos saber cuántas especies de plantas tenemos, cuál ha sido el historial de uso de esas especies culturalmente con los grupos de influencia norteña que tuvimos en Norteamérica, que dejaron vestigios, y que los campesinos actuales todavía tienen en uso, como el carbón, el mezquite, cosas que se manejaron ancestralmente y que todavía las tenemos”, señaló.
Añadió que como parte de los trabajos, se compartirá el herbario de la UAT con el de la Universidad de Texas: “tenemos una historia de intercambio de ejemplares y queremos tener una base de datos que le puede servir al Gobierno de México y al Gobierno de Estados Unidos; las colecciones biológicas son muy importantes, porque no podemos aprovechar o usar lo que no conocemos”, concluyó.