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En el 10050 de Cielo Drive, Benedict Canyon, en el norte de Beverly Hills, en Los Ángeles, California, se produjo uno de los más sádicos asesinatos de la historia, tras lo cual comenzó una oleada de pánico en Hollywood; entre las víctimas se encontraba la actriz Sharon Tate, quien tenía 26 años y ocho meses de embarazo.
Fueron 16 puñaladas las que recibió la también modelo estadounidense la madrugada del nueve de agosto de 1969, y su sangre fue utilizada para escribir “Pig” (cerdo). Los autores del crimen fueron cuatro integrantes de la secta “La Familia”, adoradores de Charles Manson.
Los asesinos entraron a dicho domicilio armados con cuchillos en una época en la que abundaban los lemas de “amor y paz”, de la cultura hippie. Era la casa de Roman Polanski y Sharon Tate. El cineasta se encontraba de viaje mientras su esposa cenaba con unos amigos; han pasado 50 años del asesinato.
SHARON TATE EN HOLLYWOOD
Una historia de mucha violencia y sangre, elementos que generalmente ocupa Quentin Tarantino en sus películas, fueron determinantes para que el realizador no dudara en incluir ese acontecimiento en su producción más reciente “Once Upon a Time in Hollywood”.
Nacida en Dallas, Texas, el 24 de enero de 1943, Sharon Marie Tate apareció por primera vez en la televisión en 1963 con dos pequeñas intervenciones en la serie Mister Ed, tiempo después se convirtió en “Janet Trego” para Los Beverly Ricos (1963-65).
Con su figura estilizada, cabello rubio, nariz perfilada y ojos grandes, Sharon Tate se abrió paso en el mundo del cine y la moda, incluso ejemplificó el “auténtico espíritu de la chica californiana, más bohemio y relajado”, destacó la revista Vogue.
Tate lucía un corte más casual y un guardarropa mucho más femenino, marcado por minivestidos de corte camisero y potentes estampados, que al paso del tiempo se convirtió en un icono de la moda en los años 60 e inspiración en el cine.