CARACAS, Venezuela, agosto 21 (AP).— Un día después de que los presidentes de Estados Unidos y Venezuela confirmaran que hay conversaciones secretas entre sus gobiernos, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense aseguró que lo único que se discute es la salida de Nicolás Maduro del poder y la celebración de elecciones.
“Como el Presidente ha declarado repetidamente, para terminar con el robo a los recursos del pueblo venezolano y la continua represión, Maduro debe irse”, escribió John Bolton en su cuenta de Twitter.
The Associated Press reportó durante el fin de semana que Estados Unidos estableció contacto secreto con el líder de partido socialista, Diosdado Cabello, mientras allegados a Maduro buscan garantías de que no serán enjuiciados por presuntos delitos si ceden a las demandas cada vez mayores de que líder abandone el poder.
El martes, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Venezuela, Maduro, dijeron que sí había contactos, en un aparente intento por solucionar la crisis que afecta a la nación sudamericana.
Hasta ahora, sin embargo, un jugador clave en el panorama venezolano parecía haber quedado al margen: la oposición.
Pero ninguno mencionó al líder opositor, Juan Guaidó, a quien Washington y más de 50 países reconocen como presidente legítimo de Venezuela.
Michael Shifter, presidente del centro de estudios Dialogo Interamericano, dijo que la implicación de Estados Unidos podría ser clave para romper un bloqueo de meses, aunque el gobierno de Trump debería tener cuidado para no sobrepasar los delicados límites que hay en juego.
«Estados Unidos no sólo tiene una oportunidad, sino también una responsabilidad, de utilizar la influencia que tiene para tratar de avanzar en la posición de la oposición y tratar de llegar a un acuerdo”, apuntó. «Se extralimita cuando se mueve en direcciones que claramente no están alineadas con lo que Guaidó respalda”.
Guaidó no abordó directamente el martes los contactos de alto nivel entre Washington y Caracas, pero dijo que desde principios de año trabaja para una transición pacífica. Se espera que haga declaraciones el miércoles.
«No vamos a distendernos ni un momento”, escribió en su cuenta de Twitter.
Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela aumentaron desde principios de año cuando Guaidó, que es el presidente de la Asamblea Nacional controlada por la oposición, declaró que la Constitución le daba poderes presidenciales porque la reelección de Maduro el año pasado fue fraudulenta. Pero a pesar de su amplio apoyo internacional, Guaidó no ha podido mermar el poder de Maduro, en especial sobre el ejército.
Respondiendo a preguntas de reporteros el martes, Trump confirmó que su gobierno dialoga con «varios representantes» de Caracas pero se negó a confirmar si la Casa Blanca mantiene contactos directos con Cabello.
En un acto televisado para todo el país horas más tarde, Maduro dijo que los contactos entre representantes de los dos ejecutivos se establecieron “hace varios meses”. Las reuniones se celebraron en lugares secretos y contaron con su “autorización expresa”, agregó.
El líder socialista dijo además que está listo para reunirse con el propio Trump para normalizar las relaciones, una oferta que ya realizó en el pasado.
Un funcionario estadounidense dijo en días pasados a la AP que la meta no es promover a Cabello como reemplazo de Maduro, sino aumentar la presión sobre Caracas alimentando disputas que en opinión de Estados Unidos podrían estar ocurriendo entre diferentes sectores del partido gobernante.
Durante una conferencia de prensa el lunes en Caracas, Cabello rehusó comentar detalles sobre la reunión pero agregó que siempre ha estado dispuesto a conversar con cualquiera, siempre que cuente con el aval de Maduro.
Shifter y otros analistas creen que cualquier comunicación entre Washington y Caracas es un signo positivo, pero destacaron que está por ver cuál es su contenido exacto y cómo de cerca están de hallar una solución.
«No está claro si podrán alcanzar realmente un acuerdo”, apuntó.
John Polga-Hecimovich, politólogo de U.S. Naval Academy, señaló que también está por ver hasta qué punto está implicado Guaidó en las conversaciones, o si lo está siquiera. Si de hecho se trata de contactos bilaterales entre los gobiernos de Trump y Maduro, la oposición aparecería debilitada.
«El dialogo directo habla de las limitaciones de la oposición”, dijo.
Este avance se produce semanas después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió nuevas sanciones contra el ejecutivo venezolano que podrían afectar incluso a las empresas extranjeras que hagan negocios con el gobierno de Maduro.
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