BIARRITZ, Francia (AP) — El presidente Donald Trump mostró cierto grado de arrepentimiento el domingo en su disputa comercial con China, en una cumbre en que fue recibido tensamente por otros líderes.
El domingo, en Francia donde se encuentra en una cumbre del G-7, se le preguntó a Trump si se arrepentía de algo en cuanto a las relaciones con China.
“Sí, por supuesto, me arrepiento de una cantidad de cosas”, respondió el mandatario, antes de insistir en que “nos llevamos muy bien ahora mismo con China”.
Trump hizo las declaraciones en una reunión con el primer ministro británico Boris Johnson, quien indirectamente amonestó al mandatario estadounidense al decirle: «Simplemente quiero expresar levemente nuestra posición en cuanto a la guerra comercial: preferimos una paz comercial».
Trump amenazó el sábado con ejercer los poderes de emergencia que le otorga una ley federal poco conocida para obligar a las empresas estadounidenses a acatar su “orden” de cortar lazos con China, en medio de una guerra comercial entre ambas naciones.
China anunció el viernes un incremento de los aranceles para importaciones estadounidenses por un valor de 75.000 millones de dólares, lo que enfureció a Trump y causó que los asesores de la Casa Blanca se dedicaran apresuradamente a buscar una respuesta.
El presidente arremetió por Twitter al dirigirse a las empresas estadounidenses que “se les ordena por la presente empezar a buscar inmediatamente una alternativa a China”. Posteriormente aclaró que amenazaba con recurrir a la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, generando interrogantes sobre la sensatez y pertinencia de convertir una ley de 1977 que fue utilizada para atacar regímenes corruptos, terroristas y narcotraficantes en el arma más reciente en el choque entre las dos principales economías del mundo.
Sería el más reciente apoderamiento de autoridad de parte de Trump, quien ha reclamado poderes generalizados no pretendidos por sus predecesores pese a que él mismo llegó a criticar a presidentes por el uso de poderes ejecutivos.
“Para todos los Reporteros de las Noticias Falsas que no tienen idea de qué es la ley con relación a los poderes presidenciales, China, etc., intenten buscar en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia de 1977”, tuiteó Trump la tarde del viernes. “¡Caso cerrado!”.
La ley permite a los presidentes regular el comercio internacional durante tiempos de emergencias nacionales declaradas. Trump amenazó con usar esos poderes a principios de año para imponer aranceles a importaciones provenientes de México en un intento por obligar a su vecino a tomar más medidas sobre el cruce de inmigrantes sin autorización legal en su frontera compartida.
De momento no queda claro cómo Trump haría uso de la ley para obligar a las empresas a trasladar su producción de China a Estados Unidos, y la amenaza de Trump parecía prematura, dado que aún no ha declarado una emergencia con respecto a China.
Incluso sin la amenaza de una emergencia, la medida de represalia de Trump del viernes _de aumentar aún más los aranceles a las exportaciones chinas a Estados Unidos_ ya empezó a provocar indignación en la comunidad empresarial.
“Es imposible que las empresas planeen para el futuro bajo este tipo de ambiente”, dijo en un comunicado David French, vicepresidente de relaciones gubernamentales de la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos.
Por su parte, la Asociación de Tecnología de Consumo señaló que el aumento de aranceles es “el peor error económico desde la Ley de Aranceles Smoot-Hawley de 1930 _una decisión que catapultó a nuestro país a la Gran Recesión”.
Y la asociación comercial CompTIA advirtió que la presión logística continuaría si las compañías se ven obligadas a sacar sus operaciones de China, algo que, afirmó, tomaría meses para la mayoría de las compañías.
“Cualquier acción inmediata forzada resultaría en un caos”, dijo el director general Todd Thibodeaux en comentarios enviados por correo electrónico.
Las frecuentes fluctuaciones de aranceles complican la planeación y arrojan incertidumbre sobre algunas inversiones, indicó Peter Bragdon, vicepresidente ejecutivo y gerente general de Columbia Sportswear.
Columbia fabrica en más de 20 países, entre ellos China. Esta diversificación ayuda a proteger a la compañía de las fluctuaciones, pero China es una base importante para atender a los clientes chinos, así como aquellos en otros países, de acuerdo con Bragdon. La compañía planea seguir haciendo negocios ahí.
“Cumpliremos con el Estado de derecho, no las normas de Twitter”, subrayó.
Con frecuencia, los presidentes han utilizado la ley para imponer sanciones económicas a fin de extender los objetivos de seguridad de política internacional y nacional. En un principio, los blancos eran estados extranjeros o sus gobiernos, pero a lo largo de los años la ley se utiliza cada vez más para sancionar a individuos, grupos y personalidades no públicas, como terroristas.