diciembre 13, 2024
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agosto 26, 2019 | 390 vistas

José del Carmen Perales Rodríguez.-

Para el maestro de matemáticas de secundaria el reto no es solo transmitir de forma amena su conocimiento, sino lograr que sus alumnos se interesen en esta materia, que para unos es fascinante pero para otros es un dolor de cabeza, aun y cuando todos estemos conscientes que a donde vayamos habrá que utilizar las operaciones básicas: suma, resta, multiplicación y división.

Sin embargo, el profesor José Francisco Padilla Ríos apunta que no solo son dificultades para los alumnos, sino también para los docentes que sexenio con sexenio e incluso cada ciclo escolar enfrentan cambios que entrañan la exigencia de alcanzar nuevos y mejores indicadores.

«No se trata de que les gusten o no las matemáticas a los alumnos, sino de la facilidad que tengan para entenderlas y sobre todo la curiosidad para aplicarlas en cualquier momento, o sea, no es nada más llenar el cuaderno de operaciones sino de llevarlas a las actividades diarias inclusive las recreativas», precisa.

 

“EL ORDEN DE LOS FACTORES…”

De sus inicios el profe Pancho Padilla, como dice lo conocen sus alumnos, refiere que desde que cursaba la secundaria se interesó por las matemáticas y eso lo llevó a cursar la licenciatura en educación media en esa especialidad.

«No solo quería aprender sino transmitir mis conocimientos a los jóvenes, algunos de los cuales me dicen que soy exigente y hasta corajudo, pero después de las evaluaciones y al entregarles las calificaciones reímos y coincidimos que esos factores sí alteraron el producto: su aprendizaje», comenta.

Señala que si bien todas las materias tienen un grado de dificultad que puede reducirse dependiendo el interés o no del alumno, en el caso de las matemáticas aparte de interés se requiere habilidad, pues las comparo con la práctica de un deporte.

«Hay alumnos que son buenos para matemáticas y no tanto para otras materias y viceversa, como los futbolistas: algunos son hábiles para ser delanteros y otros para ser mediocampistas, defensas o porteros, así pasa con los alumnos, pero también depende de las técnicas de cada maestro para hacerles mostrar su talento», explica.

 

LA PRESIÓN DE ENLACE Y PLANEA

En este contexto, el profesor Padilla Ríos se refiere a las evaluaciones que se han ido creando desde hace más de una década, que incluyen además de matemáticas las materias de español y ciencias, las cuales han tenido muchas modificaciones que impactan no solo al alumno, sino también al docente.

«En esencia las pruebas Enlace y Planea son buenos instrumentos, lo digo con referencia exclusivamente a matemáticas, pero lo que sucede es que se les ha generado un entorno que en cierta forma le ha restado interés por parte del alumno, lo que a los maestros nos pone contra la pared por los resultados», expone.

Y evoca su experiencia en el aula: «Pudiera decirse que soy un docente joven, porque apenas llevo 20 años frente a grupo, pero al igual que mis compañeros maestros, he tenido más satisfacciones que decepciones y no es porque me considere un excelente maestro, sino porque cuando hay que hacer algo por mis alumnos que no andan bien, hago espacio en mi vida personal para darles clases de apoyo».

 

TREMENDOS VS ESTUDIOSOS

El profesor Padilla Ríos expone entonces las circunstancias que se dan en el aula, donde la evaluación bimestral antes y trimestral ahora, sacan a relucir los diferentes niveles de presión que suelen tener los educandos, por un lado los estudiosos que siempre van por el diez y aquellos que son más relajados.

«Hay de todo, desde los alumnos que pueden poner mucha atención y participar constantemente, pero que no soportan la presión psicológica a la hora de la evaluación, hasta aquellos que suelen ser distraídos, pero que en los exámenes salen muy bien, entonces debemos diversificar el trabajo en el aula», comenta.

Aunque aclara que no es el único factor que se debe modificar, sino también el apoyo de los padres de familia para acompañar siempre a sus hijos y determinar en qué momento hay que dialogar con el maestro, para reforzar a tiempo los aprendizajes y no cuando prácticamente tienen reprobado el año.

«Simplemente con revisar los cuadernos y preguntarle al joven en qué trabajó en todas las materias y qué tarea traen, es mucha ayuda para nosotros, pero principalmente es de un beneficio mayor para el alumno. Al menos en mi caso estoy abierto a dialogar con los padres de los tremendos e igualmente con los estudiosos», asegura.

 

CAMBIOS Y MÁS CAMBIOS

Al entrar en el terreno de las modificaciones a los planes de estudio, el profesor dice ser respetuoso de las indicaciones que les hacen las autoridades educativas nacionales o estatales, sin embargo también aporta lo que le ha dado resultado frente a grupo.

«Al inicio de mi carrera profesional me encontré que los programas estaban enfocados al aprendizaje pero más conductual, el maestro enseñaba y el alumno era más reservado, en la actualidad no es así sino que el alumno está constantemente investigando, formulando, relacionando con su entorno esta bonita materia que son las matemáticas», comenta.

«Ha habido muchos cambios, innovaciones, formas de aprendizaje, motivación a los alumnos para que sean más participativos, con los deseos de sobresalir el día de mañana, que es una de las satisfacciones mayores para los docentes», añade.

Finalmente, Padilla Ríos adelanta que los cambios siguen y habrá más para el inicio del ciclo que se da precisamente este lunes, «hay cambios y exigencias que ahora marca la Secretaría de Educación Pública, invitando al profesor a ser más participativo, más motivador con los jóvenes e invitándolos también a ser parte de propio desarrollo personal y académico, espero que como en otras ocasiones estas modificaciones coadyuven a que los alumnos egresen con un mejor perfil para continuar con sus estudios».

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