José del Carmen Perales Rodríguez.-
Cd. Victoria, Tam.-
El gravamen a las bebidas saborizadas y azucaradas, así como a las alcohólicas, representaría un golpe muy fuerte para el sector restaurantero, pues tendrían que adquirir algunas materias primas a precios más altos con el irremediable impacto en el consumidor final.
Así lo advirtió Pablo Reyna Quiroga, presidente estatal Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), quien agregó que hay varios detalles que son incongruentes y están muy relacionados con el consumo en restaurantes.
“Como por ejemplo los refrescos y el alcohol en que pretenden hacer un cambio, se propone incrementar el Impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS) sobre bebidas saborizadas, a una cuota aplicable de 1.27 pesos por litros, cuando la cuota actual es de 1.17 pesos, lo que el Gobierno federal asegura se trata de un ajuste inflacionario”, expuso.
Reyna Quiroga mencionó que a su vez las autoridades reiteran que este gravamen tiene como fin desincentivar el consumo de estos productos, debido al impacto negativo que tiene sobre la salud, sobre todo en lo que se refiere a las bebidas.
“También se pretende agregar un IEPS a productos que tengan alto nivel calórico, sobre todo alimentos que tienen azúcar integrado, lo que nos representa un incremento en las materias primas que utilizamos de forma rutinaria”, añadió.
El también vicepresidente nacional de Canirac, señaló que otro punto que los afecta es el gravamen sobre las plataformas de comercio electrónico.
“Porque por ejemplo a nivel nacional tenemos convenio con Uber Eats que se dedican al transporte de alimentos directamente con el sector, lo que tendría una repercusión importante para nosotros”.
Finalmente Reyna Quiroga citó que en el tema del IEPS, “por ejemplo a la hora de nosotros adquirir un refresco tendría un impacto, lo mismo sucedería con la cerveza u otras bebidas alcohólicas, así como algunas materias primas que usamos para transformar nosotros, lo que tendría un efecto sobre el último consumidor”.