Un hombre fue despedido de su empleo por portar una esvástica nazi tatuada en el cuello, aun sabiendo que la mayoría de las personas en su trabajo son judías.
Ante esta situación, el hombre ha solicitado un amparo por haber sido discriminado, el jurado se encuentra en un lio al no saber si se están violando sus derechos o está transmitiendo un mensaje de odio.
Por su parte, la ministra Norma Lucia Piña Hernández presentara el miércoles un proyecto de sentencia para poder absolver a la empresa de la demanda, ya que, a pesar de que se respeta la libertad de expresión, el uso de este símbolo en un entorno donde la mayoría de los asistentes son judíos, entonces su tatuaje se convierte en un mensaje de odio.
«El uso de la imagen de esvástica en un tatuaje, se insiste, exhibido en un específico contexto de presencia de personas de origen hebreo o religión judía que estarán en necesaria interrelación con la persona que porta el símbolo, no se queda en la categoría de un discurso ofensivo y oprobioso (…) sino que transita al carácter de discurso de odio (…) de ahí que la exhibición del emblema en un centro de trabajo donde ya laboran personas que se identifican como judíos (…) sí genera el clima de discriminación», argumenta la ministra.
Hizo énfasis en que tiene razón el hombre al argumentar que nadie debe ser discriminado pero este es un caso especial.
Con información de: am.com
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