México, 23 Oct (Notimex).- El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general, con 290 votos en favor, 42 abstenciones y 65 en contra, diversas disposiciones legales mediante las cuales surge el modelo de Salud para el Bienestar (Sabi) y se crea el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
El dictamen fue avalado la víspera por la Comisión de Salud, con reformas, adiciones y derogaciones a diversas disposiciones de la Ley General de Salud y la de los Institutos Nacionales del ramo, en materia de acceso a los servicios de salud y medicamentos para las personas que no poseen seguridad social.
La presidenta de dicha Comisión, Miroslava Sánchez Galván, indicó que el Sabi será un nuevo modelo que busca la superación de las limitaciones en el acceso y cobertura universal, y cambia el sistema de atención a la población sin seguridad social por otro enfocado en la persona y la comunidad donde vive.
«Este nuevo modelo, basado en la atención primaria en salud, es dirigido especialmente para la población sin seguridad social e implica que las y los mexicanos tienen derecho a una atención médica ambulatoria y hospitalaria de calidad, integral, gratuita, incluidos materiales, medicamentos y exámenes clínicos», detalló.
Explicó que el Insabi funcionará como un organismo descentralizado de la administración pública federal, con personalidad jurídica y patrimonio propio, sectorizado a la Secretaría de Salud y refrendado por la ley, e indicó que los artículos aprobados establecen la sustitución del fondo de Gastos Catastróficos por el Fondo de Salud para el Bienestar.
En el debate, el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, del Partido Acción Nacional (PAN), anunció el voto en contra de su fracción por la sustitución de dichos fondos, que ascienden a 40 mil millones de pesos, y cuestionó el que esos recursos se centralicen, además de que no se garanticen los necesarios para el funcionamiento del Insabi.
Para la perredista Frida Alejandra Esparza Márquez, si el Instituto de Salud para el Bienestar no recibe los recursos públicos que se requieren para ampliar la cobertura universal de 20 millones de personas, «entonces este instituto no va a ser diferente del Seguro Popular».
«Todos sabemos que se requiere mayor inversión pública en programas de salud que se orienten hacia el bienestar de las personas y que sea de manera efectiva, y no nada más un discurso», añadió.
Por ello, pidió que se revise «con seriedad» y que se incremente verdaderamente el presupuesto de salud, para crear nuevas condiciones laborales de los trabajadores de este sector y que no se sigan aumentando las «abrumadoras cargas laborales a doctores y enfermeras».
A nombre del PRI, la diputada Frinné Azuara Yarzábal aseguró que su grupo parlamentario no sería obstáculo, “sin embargo, continuaremos señalando con oportunidad y de manera responsable diversas inconsistencias que, de aprobarse en sus términos, presente dictamen”.
Finalizó que seguirán el impulso de condiciones presupuestarias óptimas, que aseguren la atención y servicios médicos de alta especialidad para enfermedades crónicas no transmisibles y de alto costo, como los diversos tipos de cáncer, la diabetes, los cuidados intensivos neonatales y las enfermedades metabólicas.