Si crees que por vivir lejos de la ciudad va a evitar que seas molestado con ruidos y sonidos, estas muy equivocado.
Esto lo aprendieron los habitantes de una finca en Arcos, Portugal, a quienes su sueño era robado por los cacareos de los gallos de sus vecinos.
La pesadilla empezó en el año 2012 cuando uno de sus vecinos decidió colocar un gallinero justo en la pared que comparte con su finca, por lo que no solo se quejaban de los ruidos de animales, sino también, de los olores de su pequeña granja.
Cansados de pasar años siendo despertados entre las 3 y 5 de la mañana por el cantar de los gallos, decidieron acudir a las autoridades, acusando a los gallos por no permitirles conciliar el sueño que se merecen.
Tras dar su fallo, el Tribunal ordenó a los dueños del gallinero pagar una multa de mil euros, (alrededor de 21 mil pesos), además de indicarles que debían quitar el gallinero del lugar.
Con información de: noticieros.televisa.com
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
https://eldiariodevictoria.com/2019/09/17/intenta-gallina-imitar-el-caminar-de-los-patos/