CIUDAD DE MÉXICO, octubre 31 (Notimex).- Ana Francis Mor dirige por tercera temporada la obra Testosterona, escrita por Sabina Berman, en la que actúan Itatí Cantoral y Álvaro Guerrero, y donde se hace una disección de la lucha de poder entre hombres y mujeres en las altas esferas del mundo empresarial.
Cabaretera de corazón, activista, escritora y directora, Ana Francis contó a Notimex que el texto de Berman plantea personajes entrañables, tremendamente vivos.
La historia cuenta la relación entre un director de periódico y su subalterna, una mujer que tiene oportunidad de asumir la dirección porque el hombre se va. La obra refleja la lucha por ese gran poder.
Para esta temporada se integró al elenco Itatí Cantoral. Álvaro Guerrero ya había estado en la puesta anterior. Al preguntarle los problemas que enfrentó con la actriz, dada su fama de “difícil”, Ana es enfática: “Nunca me dejé llevar por el prejuicio de ‘vas a trabajar con la problemática’, porque sé que la mitad de ese discurso es machista. Pero no me esperaba encontrar una actriz tan buena. Fue una grata sorpresa”.
Abundó que se encontró a una actriz tremendamente talentosa, con capacidades histriónicas formidables. «Con una historia peculiar porque cualquiera que haya aguantado 20 años haciendo telenovelas, ha recibido un maratón de violencia. Las telenovelas te violentan no nada más en los modos de producción, sino en la porquería de historia que estás contando».
«Itatí ha vivido en un sistema bastante violento. Honestamente, no tuve ni medio problema con ella, al contrario, nos hemos hecho buenas amigas, es una gran actriz y una mujer súper inteligente».
Con el tono cargado de humor, como el que imprime en el cabaret, Ana suelta: “y si me apuras, creo hasta se está volviendo feminista. Estoy haciendo el mayor esfuerzo para lograrlo”.
EL MACHISMO PERDURA, PERO SE AVANZA
Al preguntarle si ha notado un cambio en la reacción de la gente, entre las diferentes temporadas, Ana indicó que “en la primera versión había cierta incomodidad en los hombres. Después cambió. Muchos hombres empezaron a sentirse cómodos con la obra, sobre todo jóvenes. Su lenguaje corporal es mucho más relajado”.
A pesar de esto, la integrante de la compañía de teatro cabaret Las Reinas Chulas, aseguró que prevalece la desigualdad en la pirámide del poder. “Sólo el cinco por ciento de las CEOs en las empresas en México son mujeres. La verdad es que estamos payaseando todavía. Es la primera vez que hay paridad en las cámaras de diputados y senadores. Y no fue un asunto voluntario”.
“Todavía falta mucho. No se comprenden las grandes ventajas, tanto para hombres como para mujeres, de la paridad de género; no se entiende la relación entre machismo, violencia y corrupción. Pero avanzamos y con cada vez más hombres como aliados. Que, además, les viene bien dejar de cargar al macho alfa, al proveedor, al súper poderoso. Hay un montón de señores que dicen ‘yo ni aguantaba eso’”.
Testosterona refleja la lucha de género que se da en la cima del poder. Pero –se le cuestiona a la directora— pareciera que las mujeres más vulnerables sufren más violencia.
“Me parece que las mujeres se enfrentan a las mismas circunstancias sea cual sea su condición; sin embargo, donde se maneja más dinero, más poder, la violencia es muy fuerte. En la clase media, que es lo que conozco, ante una circunstancia de violencia agarras tus chivas, que no son tantas, y te vas. Con las mujeres de clase alta, el precio es otro. No importa el dinero que tengas o el nivel educativo, el machismo es sistémico. Y funciona, se tapan los unos a los otros”.
En cuanto a los rasgos de poder dentro de las artes escénicas, la autora de El manual de la buena lesbiana, 1 y 2, dice que es evidente la desigualdad:
“Por ejemplo, en los Premios Metropolitanos de Teatro, no hubo ninguna mujer nominada por dirección. Porque el poder en el teatro está en la dramaturgia y la dirección, eso lo sabemos. Cuando veamos en la cartelera mitad de dramaturgas y mitad de directoras, empezaremos a hablar de equidad”.
Acerca de si percibe cambios significativos entre las pasadas administraciones y la actual en cuanto a equidad de género, asegura que si hay una intención política. “En términos de política cultural, hay una instrucción puntual de la secretaria para impulsar la paridad de género. Hay apertura hacia la sociedad civil organizada para recibir propuestas, sugerencias. Hay mucho por construir. Sin embargo, sí noto cambios importantes.
Con un trabajo de 25 años haciendo cabaret, Ana Francis Mor confesó que se siente más ella escribiendo novelas y dirigiendo. «Me gusta muchísimo hacer cabaret, pero lo mío es escribir y dirigir teatro».
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