La pelea entre Julio César Chávez Jr. y Daniel Jacobs podría caerse, luego de que la Comisión de Nevada suspendiera provisionalmente al púgil mexicano, luego de no presentarse a una prueba antidoping.
Dicha suspensión aplica hasta el próximo 20 de noviembre, fecha en la cual Chávez tendrá que presentarse a una audiencia para aclarar su ausencia al examen y así poder determinar si la batalla ante Jacobs, pactada para el 20 de diciembre sigue en pie o no.
Según la cadena ESPN, toda la logística y promoción de la pelea que comenzaría la próxima semana ha sido frenada y ya se trabaja en un plan B en caso de que Julio no esté habilitado para pelear a finales de año.
Apenas hace unos días el propio Julio había confirmado que dentro del contrato de la pelea se incluían pruebas antidopaje hasta 45 días antes de subir al ring, por lo que es aún más evidente su negación a presentarse a dichas pruebas.
En caso de que se de luz verde a la contienda, sería posiblemente la última vez que lo veríamos arriba de un cuadrilátero, ya que en reiteradas ocasiones, tanto él como su padre han declarado que serían sus últimas oportunidades para destacar.