Izi Corner estaba cansada del color de su cabello, así que decidió hacer un ¡cambio de look y pintárselo de otro color, pero por un error de la estética que se lo pintaba, cambiaría su vida radicalmente.
Como en cualquier sesión de estética, la joven se sentó en una silla y la estilista le advirtió que podría sentir sienta incomodidad por los químicos que se utilizan para decolorar el cabello.
Y sin más la especialista se puso a aplicar el producto en el cabello de la joven a la vez que ponía una lámpara de calor sobre su cabeza, aproximadamente 15 minutos después Corner empezó a sentir molestias en su cuero cabelludo, pero no le dio mucha importancia, a que anteriormente había sido advertida sobre esto.
Al cabo de un rato no aguantó el ardor que sentía en su cráneo y un par de empleadas retiraron el producto de su cabeza con agua fría hasta que el dolor desapareció.
Cuando el dolor pasó, Corner se retiró del sitio, no sin antes pagar los 30 dólares, recibiendo un descuento por las molestias que recibió por parte de la empresa.
Fue hasta un día después, mientras lavaba su cabello que se percató de una gran costra en la parte de atrás de su cabeza, al terminar, el tinte salió de su cabello y se fue por la coladera.
Desafortunadamente, mientras cepillaba su cabello, la costra se desprendió y con ella se llevó una buena parte del cabello de Corner.
Al llegar al hospital, los doctores le explicaron que se trataba de una quemadura química y que jamás le volvería a crecer cabello en esa zona a menos de que se sometiese a una operación.
El pasado mes de octubre Izi decidió someterse a la operación y se encuentra ansiosa de poder ver los resultados.
Con información de: debate.com
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