A través de redes sociales se ha difundido una historia que se ha vuelto viral y que se vivió en Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Nohemí es una mujer originaria de Tula, Tamaulipas, que cada semana tenía que tomar un camión para viajar a la Capital de Tamaulipas para poder realizarse su tratamiento de hemodiálisis en el hospital de alta especialidad.
Fue entonces que un milagro ocurrió para ella, puesto que en una de las ocasiones en que asistió a su tratamiento, salió del hospital y al momento de encaminarse a su casa, en una tienda de autoservicio donde siempre esperaba su transporte de vuelta, apareció Mario, quien sería el donador de riñón.
Mario, quien trabaja como guardia de la tienda, se acercó a la madre de la mujer para preguntar de qué padecía su hija, a lo que la madre le contestó que su hija padecía del riñón, por lo cual cada semana tenía que ir al hospital a su hemodiálisis y que la única cura para ella sería un trasplante de riñón.
Mario, sin dudar, le dijo a la madre de Nohemí: “yo se lo doy, dígale a su hija que yo seré el donante”.
Después de algunas semanas, Mario volvió a toparse a Nohemí y su madre, en la mesa donde habitualmente esperaban sentadas el autobús de regreso a Tula.
“Ya te dijo tu mamá que yo te daré el riñón”, le dijo Mario a Nohemí, a lo que ella contestó: “no tengo dinero”, “¿Para que quieres dinero? yo te lo voy a donar”, respondió él,”, Nohemí preguntó con asombro: “¿En serio?” y él solo respondió: “sí”.
Finalmente, y tras haber esperado por un donador, Nohemí Gómez, de 30 años de edad, recibió exitosamente el riñón que le fue trasplantado de su donante Mario, quien, por su enorme y desinteresada generosidad, salvó su vida.
