Shalma Castillo.-
El deseo de aprender otro idioma y ponerlo en práctica en el rubro laboral lo llevaron hasta Alemania.
Desde hace dos años, Ángel Eduardo Porras Castillo decide emprender un viaje para superarse en el ámbito profesional y personal.
Primero realiza un voluntariado en un preescolar en Saarbrücken, la ciudad donde vive, ahí adquiere conocimientos básicos para el desarrollo del idioma.
Actualmente desempeña una formación en un hotel, a este tipo de estudio lo llaman Ausbildung, y el enfoque es “Hotelfachmann”, lo cual puede practicarse en cualquier parte del mundo.
Es originario de Victoria, Tamaulipas, egresado de la Licenciatura de Derecho de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
Y desde Alemania nos comparte su experiencia por el mundo.
LOS IDIOMAS
Al terminar el curso de inglés en el Centro de Lenguas y Lingüística Aplicada (CELLAP) de Victoria, se interesa por el idioma alemán, inicia cursos para aprender y después le entra la inquietud de aprenderlo en otro país.
La primera opción es Irlanda, hasta que se decide por Alemania. Uno de los motivos que lo lleva a ese país, es que su hermano vive ahí, y de alguna manera tendría apoyo y compañía familiar.
EL VOLUNTARIADO
Luego de estar un año en Alemania, Ángel aplica para formar parte de un voluntariado, y al ser aceptado regresa a México tres semanas para realizar los trámites que piden como requisito.
El voluntariado lo lleva a cabo en un kínder, con niños de preescolar, ahí fortalece el idioma, ya que en ese entonces solamente habla lo básico; “cuando los niños cuentan sus historias, empiezo a entenderlo un poco más y a establecer una comunicación más fluida con ellos”.
“Es una experiencia muy bonita, aprendes mucho de los niños y te hace crear una visión diferente”.
Las principales tareas que realiza en el kínder, son de acompañamiento en los juegos, apoyo en las actividades recreativas, sobre todo porque los niños tienen mucha libertad en lo que quieren hacer, desde pintar, jugar o cantar.
Posteriormente empieza a hacer una formación en un hotel, a ese tipo de estudio lo llaman Ausbildung, que es práctico y teórico a la vez, es una actividad muy común en Alemania.
ASÍ ES SAARBRÜCKEN
Platica que la ciudad donde vive en cuanto a tamaño territorial es similar a Victoria, pero a pesar de ser un lugar pequeño, hay personas de diferentes nacionalidades ya que tienen una universidad donde acuden estudiantes de intercambio de todo el mundo.
En cuanto al clima, la temporada de invierno empieza en octubre y termina hasta mayo, el verano es muy corto, desde junio a agosto.
Considera que la ciudad es multicultural, debido a que hay personas de diferentes países e incluso refugiados de otros lugares.
Pero en sí, a las personas locales las define como respetuosas, no hay discriminación ni racismo por religión, nacionalidad o tono de piel. Pero lo que llama la atención es que tienen una mentalidad muy distinta a los mexicanos, allá son más abiertos.
El trabajo en equipo es muy común, en todos los lugares donde ha estado laborando, lo desempeña con más compañeros.
Sobre las tradiciones, comparte que el día festivo más importante es el tres de octubre, que es la reunión de las dos Alemanias.
“Aunque las celebraciones no son tan grandes como en México, pero hacen algo simbólico al día. Lo que sí festejan más, es el carnaval: se disfrazan de cualquier temática, salen a la calle a eventos, a fiestas, bailan y toman, es un tipo Halloween, pero desde niños, jóvenes y adultos se caracterizan e invierten mucho en sus vestuarios para que sean originales”.
Otra celebración es el Oktoberfest, muy tradicional de Alemania, hay cerveza, comida y disfraz típico; camisas de cuadro con short o pantalón y tirantes.
La Navidad es muy apagada, sí lo festejan pero no como en México que adornamos toda la ciudad con representación navideña.
ANÉCDOTAS PARA RECORDAR
Los mexicanos a kilómetros de distancia se reconocen.
Una de las experiencias que recuerda Ángel, es encontrarse a otro mexicano en un parque y que los dos supieran antes de conocerse que son connacionales.
“Estaba en un parque con un niño y en eso pide un helado, nos acercamos al camioncito de nieves y escucho que el señor dice gracias, nos vamos a jugar y luego regresamos, en eso vuelvo a escuchar que el señor dice otra palabra en español y me llama la atención. Le pregunto que de dónde es, y me dice que es mexicano y que él ya sabía que yo también, que los mexicanos se reconocen fácilmente estando en otro país. Encontrarte a alguien de México en otro lugar da gusto porque no pasa muy seguido, pero se siente bien cuando conoces gente de tu país en otra parte del mundo que tratan de superarse y buscan un mejor futuro”.
PLANES A FUTURO
Dice que el estudio es de tres años, y le faltan casi dos años y medio, pero al concluir le gustaría analizar la idea de ponerlos en práctica ahí o en otro lugar.
“Si al final de cuentas quiero regresar a México, es un estudio internacional que puede desarrollarse en cualquier parte del mundo”. Pero la posibilidad de regresar a su lugar de origen, son mínimas ya que en el lugar donde está hay mejores y mayores oportunidades.
“Estar aquí te hace ver más allá, en cuanto a calidad de vida te hace sentir seguro en el trabajo. Sí se extraña pero siempre estoy en contacto con mi familia”.
CUANDO UNO QUIERE, PUEDE
“Da igual lo que quieres hacer, he conocido mexicanos que llegan con carrera o doctorado, pero hay oportunidades para todos en el extranjero. Hay sacrificios que hacemos, pero todo tiene su recompensa, ganas no le faltan a nadie para tener una experiencia en cualquier parte del mundo.
“Siempre hay miedos, porque no te imaginas que puedes estar tan lejos de tu país, familia y amigos, pero hay que tomarlo como un reto y hay que motivar a otros jóvenes para salir, no con el afán de querer que todos salgan de México, pero sí animar a quienes quieren experimentar o tienen la inquietud de un intercambio, maestría o estudiar un idioma, solo es arriesgar y tomarlo como reto, si quieres algo, lo puedes lograr.