diciembre 13, 2024
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diciembre 17, 2019 | 284 vistas

Alberto de la Garza

Hoy en día las mujeres han demostrado que son unas guerreras fuera de sus actividades cotidianas, y que mejor manera de explicarlo que con Princesa Maya, una luchadora regiomontana pero con corazón victorense que ha dejado todo en este deporte y que gracias a esto se ha desarrollado aún más como persona.
Pero, ¿quién es Princesa Maya?… “Es una luchadora de bases técnicas pero con un carácter muy aguerrido, muy rudo, le encantan los retos, siempre está tratando de hacer cosas diferentes, algo que no hayan visto, que no por ser mujer quiere decir que somos menos fuertes que los hombres y siempre aceptando retos diferentes”, fueron las palabras de la luchadora en entrevista.
Respecto a sus inicios señaló que fue en el año 2009 en un evento privado, aunque esto apenas comenzaba, “después de ahí empecé poco a poco en luchas de diferentes arenas, pero realmente muy esporádicamente, no era constante, entonces vamos a decir que ya cuando arranque al cien fue en el 2010 en la Arena Femenil de Monterrey, donde el espectáculo es totalmente de mujeres”.
Pero a lo largo de estos más de diez años, se puede decir que ha tenido diferentes maestros, “Mr Lince, Pequeño Diamante, en Victoria estuve con Jhony El Pulpo, Golden Boy, El Maestro Garringo, Estrellita Dorada, pero hay una cosa muy especial porque ya la lucha libre te da cierta madurez”.Agregó: “Estoy en un momento en el que admiro un poco más la disciplina que tienen algunos compañeros antes de subir a luchar como el caso de Extreme Tiger, me tocó compartir el vestidor y lo que noté es que tiene cierta rutina antes de subir, practica un montón de ejercicios, estiramientos, a lo mejor él sería una figura para mi, tener esa disciplina”.
Respecto a sus sueños, aunque pareciera demasiado, siempre ha tenido en mente ser reconocida como una leyenda, “quiero ser una figura dentro de este deporte, me gustaría ser recordada como lo es una gran imagen como El Santo, tal vez sueño demasiado pero me gustaría ser reconocida a tal nivel”.
Su familia ha sido parte fundamental en su crecimiento, algo que pensaron no se podría conjuntar, “una vez una luchadora de muchos años con una gran trayectoria me dijo que era imposible tener una familia, tener un hogar y ser luchadora, que siempre iba a tener problemas y que era imposible, que tendría que dejar a mi familia o la lucha, porque nunca iba a crecer”.
“Entonces yo decidí quedarme con mi familia y no dejar la lucha tampoco, pero no tomarlo como ellos, o como algunas estrellas que han tenido que dejar a su familia para ir a realizar su sueño, yo decidí mantener en un nivel y ya después el tiempo lo dirá”.
Pero como una victorense de corazón, aceptó la calidad de su gente en cada función donde se presentó, “Ciudad Victoria me adoptó y me mostró la calidad de la gente que es súper diferente a otras partes, tienen algo muy especial, a nivel lucha libre fue todavía mucho más el aprendizaje porque aunque ahí estuve por una gran temporada, siempre estuve luchando contra puros hombres y eso me ayudó, me dio un crecimiento súper grande”.
Agregó: “No es lo mismo luchar contra un Rocker Boy, Stroker, Cristian, creo que de cada uno de ellos vas aprendiendo cosas diferentes, con Rocker fue así como si me rajo ya me fregué, tuve que sacar más fuerza, sentía ganas de llorar, era una fuerza mucho muy superior a la mía, pero no me podía dejar vencer, luchar contra Stroker, tenía que estar fresca, porque en cualquier momento podía atacarme, contra Cristian era pensar constantemente que somos familia y como quiera subir a luchar es una cosa, bajar y llegar a casa es otra, también tiene un estilo muy diferente”.
Y para los pequeños les dejó un gran mensaje, “Estudien porque luchadores ya somos muchos (se ríe), no la verdad no, que la lucha libre es un deporte de mucha disciplina, igual que todos los demás, que le den el valor que se merece, que respeten y le echen ganas y que se den un tiempo para debutar, que no quieran correr sin antes aprender a caminar”, finalizó.

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