Washington, 18 Dic (Notimex).- Una llamada telefónica llevó a Donald Trump a un polémico juicio político (impeachment), en el cual está en riesgo su presidencia de Estados Unidos.
Luego de que una comisión de la Cámara de Representantes aprobase los cargos de “abuso de poder” y “obstrucción” al Congreso, hoy el pleno de esa instancia legislativa debate para la aprobación o rechazo del juicio.
De ser aprobados los cargos, el proceso se trasladará al Senado, donde se decidirá la inocencia o culpabilidad de Trump. En el caso de concretarse esta última opción, sería el cuarto impeachment presidencial en los últimos 150 años de la historia de esta nación y el primero a un mandatario republicano.
“¿Puedes creer que la izquierda radical me acusará hoy, no hagan nada demócratas, no hice nada mal! Una cosa terrible. Lean las transcripciones (de la llamada). Esto nunca debería sucederle a otro presidente nuevamente. ¡Hagan una plegaria!”, publicó Trump este miércoles en su cuenta de Twitter.
Trump citó las palabras del congresista republicano Doug Collin, quien afirmó que los demócratas “solo querían llegar al presidente. No tenían intención de tener una investigación adecuada. No pudieron encontrar ningún delito, por lo que fueron sobre un vago abuso de poder y abuso del Congreso, lo que ha hecho cada administración desde el principio”.
El presidente agradeció el posicionamiento de su correligionario, al que calificó como un “caballero que vino a la Casa Blanca” y a quien no le permiten respirar desde su ascenso con acusaciones de enfado, “porque en realidad hicieron lo que dijo que iban a hacer”.
Trump, del Partido Republicano y el presidente 45 de Estados Unidos, está bajo una investigación de juicio político por la acusación de que solicitó a Ucrania ayuda para aumentar sus posibilidades de reelección, debilitando a sus oponentes del Partido Demócrata, a cambio de liberar ayuda militar a Kiev.
El mandatario está acusado de violar la ley, ya que a través de una llamada telefónica supuestamente presionó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que investigara al demócrata Joe Biden, lo que se considera una intromisión extranjera en el proceso electoral estadounidense.
Con ello Trump habría cometido un acto ilegal, habría traicionado su juramento como presidente, puesto en riesgo la seguridad nacional y la integridad de las elecciones.
La legislación de Estados Unidos establece que la Cámara de Representantes puede iniciar un impeachment, o juicio político, por «traición, soborno u otros delitos y faltas graves».
El actual proceso comenzó luego que la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunciara en septiembre el inicio de una investigación formal de juicio político contra Trump, quien desde entonces consideró que sólo se trata de “una cacería de brujas”.
El juicio político en Estados Unidos es un proceso en el que la Cámara de Representantes y el Senado se convierten en una gran corte para juzgar al presidente.
La Cámara de Representantes se erige como un investigador y fiscal, mientras que el Senado hace las veces de jurado y juez, según establece la normatividad legislativa de Estados Unidos.
Una primera parte de este proceso concluyó el 31 de octubre, luego que la Cámara de Representantes aprobó una resolución que formaliza los procedimientos para la investigación de un juicio político contra Trump, con 232 votos a favor y 196 en contra, así como la realización de audiencias públicas a partir de la próxima semana
Los legisladores aprobaron los artículos de juicio político, obstrucción y abuso de poder, que, de recibir este miércoles el visto bueno en el pleno de la Cámara de Representantes, pasarán al Senado, en donde el Partido Republicano tiene mayoría y podría dejar sin enjuiciar a Trump.
En la historia de Estados Unidos dos mandatarios demócratas han sido sometidos a juicio político. El primero fue Andrew Johnson, en 1869, acusado de violar la Ley de Permanencia en el Poder de 1867. La Cámara de Representantes lo sometió a juicio, pero el Senado lo absolvió.
El otro demócrata fue William Clinton, que en 1998 fue acusado de perjurio, obstrucción a la justicia y abuso de poder presidencial para ocultar una relación con la becaria de la Casa Blanca Mónica Lewinsky. La Cámara lo declaró sujeto de juicio, pero el Senado lo absolvió.
El otro impeachment fue contra el presidente republicano Richard Nixon, igual la Cámara de Representantes aprobó la investigación de juicio político en febrero de 1974, pero seis meses después, en agosto de ese mismo año, el mandatario renunció a la Presidencia.
Ahora el republicano Trump también se enfrenta a una investigación de juicio político por el caso Ucrania, pero la líder demócrata ya anunció que podría ser investigado por otras controversias.
Entre ellas, según analistas, estarían la presunta intromisión de Rusia en los comicios presidenciales de Estados Unidos en 2016, en las que Trump resultó electo, así como su declaración de impuestos, ya que es un acaudalado empresario.
Las interrogantes sobre el impeachment están en la arena política, pues la duda radica en si con el juicio político el principal beneficiario sería el presidente Trump, toda vez que en el Senado difícilmente prosperará una destitución, ya que los republicanos son mayoría.
En la Cámara de Representantes, donde la mayoría son demócratas, en la votación del pasado 31 de octubre todos los republicanos, incluidos dos demócratas, votaron en contra del inicio del juicio político.
Además, según los escenarios políticos, una eventual absolución a Trump ayudaría a derrotar a los demócratas en las elecciones de noviembre de 2020, toda vez que al no lograr una destitución, condicionarían el ánimo del electorado en favo del líder republicano.