La aerolínea rusa Aeroflot trató de persuadir a los pasajeros de un vuelo en Letonia con escala en Moscú de que no poda viajar junto a su gato en la cabina de pasajeros, ya que el felino tiene sobrepeso, así que los empleados le indicaron que el lugar correspondiente para su gordo amigo era en la bodega de carga.
Ante este problema, Mikhail Galin, decidió retrasar su vuelo y pedir prestado a unos amigos un gato más ligero de peso y así poder pasar el control del aeropuerto y realizar el cambio de los animales después.
Luego de que Galin compartiera su hazaña en redes sociales, la aerolínea lo sancionó retirándole sus puntos del programa de fidelización. Ante esto, el hombre reflexiono sobre sus acciones a través de una publicación en Facebook, donde se disculpa por su irresponsabilidad, adjuntando una imagen de su gato cuando todavía cumplía con los requisitos parta viajar.
