diciembre 15, 2024
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diciembre 23, 2019 | 487 vistas

Valeria Maldonado.-

Algo que solemos escuchar con frecuencia, sobre todo de personas que ya han experimentado los bueno y no tan agradable de la vida, es que nunca es tarde para hacer lo que uno quiere. Y justo ese consejo es el que da y siguió la victorense Ana María Morado, quien es una destacada artista visual.

En la sala de su casa, en la cual destacan cuadros hechos por sus propias manos, esta artista nos platicó un poco sobre su vida. Cómo fue el camino que recorrió para poder hacer en la actualidad lo que ama, así como la experiencia que tuvo al salir de la Capital a corta edad, para volver, hace dos años, a la tierra que la vio nacer.

“Yo nací en Ciudad Victoria, soy tamaulipeca y desde muy joven me trasladé a la Ciudad de México a continuar con mis estudios, allá me casé. Después me dediqué a seguir estudiando varias cosas, entre ellas arte. Actualmente, después de muchos años he regresado a mi tierra, en donde estoy tratando de encauzarme en el ambiente artístico”, comentó.

UN POCO DE SU VIDA

¿Cuáles han sido sus mejores experiencias en el campo del arte?

“He tenido muchas, he estado muy activa y he participado en muchas exposiciones, tanto individuales como colectivas (más de 40), nacionales e internacionales, y también he recibido muchos reconocimientos, pero siempre sigue uno en la búsqueda, como que uno nunca se da por satisfecho, y creo que eso es lo importante: seguir en la lucha”, expresó.

 

¿Actualmente da clases en alguna escuela?

“Sí, estoy dando clases en la Case del Arte. Tengo una clase con niños y eso me ha llenado de mucha energía, porque he descubierto que los niños tienen mucho talento y son muy ingeniosos, y eso siempre llena a uno. Tengo experiencias muy interesantes, sobre todo con niños que tienen problemas auditivos”, dijo.

Ana María relató que cuando vivió en la Ciudad México tuvo la oportunidad de trabajar en una escuela de arte en la que se daban clases a niños y niñas con alguna discapacidad, siendo ese lugar en el que descubrió que “ellos quieren transmitir tanto, tienen tantas ganas de sacar sus inquietudes” y el arte es la herramienta perfecta.

Es por esa razón que entre algunos de los proyectos a futuro que Morado tiene, está el buscar la manera de enseñar arte a niños con discapacidad, pues sabe lo mucho que ellos se beneficiarían y lo mucho que les ayudaría a salir adelante; “en la Casa del Arte coincidió que tengo un alumno con esas características y la verdad es que me sorprende”.

 

DE QUÍMICA A ARTISTA

¿Realizó estudios profesionales de arte?

“Yo he tenido la oportunidad de andar en diferentes campos, cundo me fui de la Capital me fui para seguir estudiando Informática y allá en la Ciudad de México estuve trabajando en varias empresas, como Sabritas, en Aceite Casa, en un laboratorio y en IBM. Yo desarrollaba programas, en ese inter me casé con una persona que estaba involucrado en la Química y la Medicina, por lo que terminamos poniendo un laboratorio”, recordó.

Antes de dedicarse de lleno al arte y con la finalidad de estar más que preparada para el trabajo que ahora estaba desempeñando, fue que decidió estudiar la carrera de Química Farmacéutica Bióloga en la Universidad Metropolitana de México, en donde estuvo hasta el sexto semestre, pues entre los deberes académicos, laborales y domésticos parecía que el tiempo no alcanzaba.

 

¿Cuándo empezó en el mundo del arte?

“Poco después me empecé a involucrar en el arte, porque yo sentía la inquietud y lo había pospuesto porque para mí era como un hobbie, yo decía ‘cómo voy a descuidar mi casa o mis hijos’ por irme a estudiar arte. Finalmente, me las ingenié y me iba a estudiar arte de seis a nueve de la noche”, mencionó.

“Estuve en varias escuelas, estuve en el Instituto Cultural Helénico, en el Tecnológico para la Evaluación de la Obra Pictórica, en el Centro de las Artes, estuve en diferentes talleres particulares, estuve con el Maestro Pedro Banda Salazar en su taller, quien decía que no le daba clases a nadie y tuve la fortuna de estar con él, también tuve de maestro a Gilberto Aceves Navarro, Rosa Chacón y Mauro Flores, entre otros”, añadió.

 

COMPARTIENDO SUS CONOCIMIENTOS

¿Además de dar clases, ha tenido alguna otra función?

“Luego de dejar el laboratorio y dedicarme totalmente al arte estuve de directora de la Casa de Cultura de Tamaulipas en la Ciudad de México por dos años, en donde conocí a muchos tamaulipecos muy talentosos; luego me fui a vivir a Oaxaca, donde me relacioné en el Centro de las Artes de San Agustín Etla, el cual fue fundado por Francisco Teledo”, indicó.

 

¿Hace cuánto que volvió a Ciudad Victoria?

“Ya voy para dos años, una vez aquí me empecé a involucrar en las actividades artísticas de la Ciudad. Hice una exposición individual en al Casa del Arte el año pasado, hice como tres exposiciones colectivas, también mandé a la Ciudad de México algunas de mis obras y sigo inmersa en este ambiente, y aquí sigo porque creo que esto es algo en lo que uno nunca se jubila, uno se muere con el pincel en la mano”, dijo.

“Todos los días digo ‘este cuadro es el último’, y me levanto al día siguiente y me pongo a hacer otro, y nunca acabo… lo que le gusta a uno hacer eso es lo que importa, hay que hacer lo que uno quiera, lo que a uno le gusta”, reiteró quien ha llevado el nombre de Tamaulipas fuera del estado y del país, pues sus obras se han presentado en lugares como Cuba y España.

 

MAESTRA CON GRAN TRAYECTORIA

¿Qué tan importante es hacer que los más pequeños se involucren con el arte?

“Yo he trabajado con niños y adolescentes y ahí es donde te empiezas a dar cuenta que la edad no es una limitante, por ejemplo, en la Casa del Arte recibo niños desde los seis años, pero también hay adultos. Sin embargo los niños tienen una capacidad increíble para reflejar lo que sus mentes piensan”, señaló.

“A veces llegan personas que en su vida han tomado un pincel y se trabaja con ellas, se les da la oportunidad de que busquen la manera de trabajar por su cuenta, y luego yo les ayudo a corregir los detalles en los que necesiten; poco a poco los voy orientando en todos los aspectos que se requieren para la realización de una buena obra”, mencionó.

Ana María agregó que el arte no está limitado para nadie, pues incluso las personas que nunca han pintado o dibujado en su vida pueden aprender, ya que “cuando alguien decide que quiere pintar es como que le entra una efervescencia y se dan cuenta que pueden hacer cosas que no imaginaban que podían, todos pueden lograr resultados si le ponen dedicación y reciben las herramientas adecuadas”.

 

EL ARTE Y ‘LA FAMA’

¿Se considera una artista famosa?

“El arte no es para que seas famosa, yo creo que eso es lo último que debe de pensar una persona, el querer ser famosa y que lo reconozcan… lo que se debe de pensar es ‘quiero ser feliz’, ser feliz haciendo lo que me gusta. Yo he encontrado gente que me dice que mis pinturas son una porquería, pero también he encontrado otras que dicen que son increíbles. Lo de ser famoso es una fantasía, lo importante es ser feliz”, recalcó.

 

¿Cuál es la técnica que prefiere utilizar y qué la inspira?

“En cuestión técnica lo que me encanta es el óleo, yo tengo una personalidad que se identifica con esa técnica, porque no soy de cosas chiquitas ni de poquito, yo soy fuerte y gritona y lo que hago lo hago con mucha energía, entonces el óleo me da esa facilidad, también le meto textura y otras técnicas”, expresó.

“La acuarela también me gusta, pero para mí es como si me estuvieran amarrando las manos, entonces el óleo es lo que me gusta más con técnicas mixtas. Lo que me inspira depende mucho de mis estados de ánimo, porque hay días que me siento que me quiero comer el mundo y otros que no quiero que nadie me vea, entonces viene de diferentes lugares, objetos y sentimientos”, relató.

 

ARTE SIN ELITISMO

Sin duda algo que para esta artista visual tiene gran importancia es la cercanía del arte con la sociedad en general. Esto la ha llevado a buscar la manera de ir borrando la idea de que el arte es solo para ciertas personas, pues el arte es universal y todos deben de ser parte de el, pues en el está una gran clave para el desarrollo pleno de una sociedad.

“La lectura, la pintura, la música son una gran herramienta para los seres humanos, teniendo un conocimiento y entendimiento cultural adecuado lograríamos evolucionar como raza, digo raza porque nos involucra a todos. Pienso que si la Secretaría de Educación pusiera atención en las matemáticas, el lenguaje, el deporte y las artes desde las primeras etapas de educación, la historia del país sería diferente”, finalizó.

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