Monterrey, 22 Dic (Notimex).- Integrantes de Los Legionarios de Cristo han lamentado que el informe sobre casos de pederastia al interior de la institución llegué casi 80 años tarde, a decir del arzobispo de Monterrey Rogelio Cabrera.
De acuerdo con la información, unas 60 acusaciones serían en contra del desaparecido padre Marcial Maciel, por lo que Cabrera cuestionó que los datos no se entregaran en el año 2006, cuando el ex papa Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) retiró Su autoridad al religioso mexicano, fundador de la escuela.
«Es una historia de silencio delictivo muy grave por más de medio siglo en el que aparecen los que quedaron involucrados, las autoridades del Vaticano, los gobernantes que tuvieron conocimiento de esto, los mismos legionarios que no informaron, porque son muchas víctimas de ellos mismos.
«Estoy seguro de que las víctimas no están conformes porque los delitos muchos ya prescribieron y hubo un silencio cómplice», aseveró.
Además de afectar a los menores y a sus familias, consideró que la Iglesia mostró un «modelo nefasto» de impunidad, por lo que apuntó que el informe llega «tarde, incompleto y bajo sospecha» de que no muestre el número real de abusos».
También detalló que la Arquidiócesis de Monterrey recibió recientemente la encomienda de dar seguimiento al caso del sacerdote Fernando Martínez, acusado de abusar sexualmente de un grupo de niñas en Cancún, Quintana Roo, hace casi treinta años.
El pasado 24 de noviembre, Rogelio Cabrera señaló que de las seis acusaciones de pederastia contra religiosos en Nuevo León, ninguno «ameritó cárcel».
El líder católico respondió que así como no hay nuevas acusaciones en la comunidad católica nuevoleonesa, las autoridades estatales exoneraron a los seis presuntos responsables de agresiones sexuales contra menores de edad en el año.
Sin precisar detalles afirmó que uno de ellos sí fue expulsado del servicio a pesar de que legalmente no enfrentó consecuencias.
Además dijo que hay preocupación y acciones en el Episcopado para prevenir y presentar, ante las autoridades, a los integrantes de la comunidad que sean encontrados culpables de abuso sexual.
«Gracias a Dios no hemos tenido más noticias en nuestra arquidiócesis, un servidor que además de atender esta situación aquí en Monterrey. Como presidente de la Conferencia Episcopal, estoy muy atento a seguir el rumbo claro de los casos que son denunciados como en la nota de un periódico de aquí, el asunto de los padres legionarios.
«Que sepan que hemos estado muy atentos a que estos casos sean atendidos con todo el rigor que marca la Iglesia y la ley civil. No vamos a ocultar estas realidades. Un delito oculto se convierte en otro posible delito», aseguró.
En uno de los casos reportados, se vio involucrado en acoso sexual un sacerdote, quien envió mensajes de texto con contenido íntimo a un menor de edad. Dicha situación sería la que recibiría el castigo de la expulsión de la Iglesia.