Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Con todo y el nulo crecimiento, además de otros problemas que registró el país en este año, el Gobierno de la República alcanzó a firmar el addendum en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)
Desafortunadamente, la firma del nuevo convenio, que en este caso sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), viene con dos candados muy fuertes, advirtió Jorge Alfredo Lera Mejía.
El Vicepresidente de la Liga de Economistas Revolucionarios en la zona noreste del país citó que uno de los candados está relacionado con la industria automotriz en cuestión de insumos, que tienen que ver con el acero y aluminio.
“Otro de los candados, considerado como el más grave, es lo que tiene que ver con los inspectores laborales, le llamen paneles o asistencia técnica, serán revisores en ese renglón”, refirió.
Lo anterior ocasionará que México tendrá que apretar mucho la cuestión laboral en las empresas maquiladoras, automotrices, entre otras, lo que ejercerá presión en muchas de ellas, que si bien querían venir al país a invertir, “ahora lo pensarán dos veces”.
Y es que veían en México un paraíso laboral en cuestiones que tienen que ver con bajos salarios o condiciones laborales menos exigentes en cuestiones de outsourcing, subcontrataciones que serán por demás complicado.
Lera Mejía citó que lo anterior es un tema del que poco o nada se ha dicho, porque si bien a un obrero se le pagará mejor con el nuevo acuerdo, “pero los empresarios van a querer invertir menos en México y vendrá por ello un problema de desarrollo de competitividad y nuevas empresas extranjeras”.
De las nacionales, será prácticamente lo mismo, dado que si bien ahora existe autonomía y existe poca inversión de empresarios, que no confían en el régimen de Gobierno federal, con el nuevo acuerdo menos lo harán.
“La inversión privada no va a mostrarse con buenos requisitos, y si la pública está en ceros, se espera un 2020 con el crecimiento económico, sino cero por ciento o recesión técnica de este año, un crecimiento menor al 0.5, que significa menos productividad, crecimiento y por ende, economía”, concluyó.