Alfredo Guevara
Por la situación geográfica en la que se encuentra, Tamaulipas padece los impactos de cambio climático, que de cierta forma ocasiona que la producción no sea tan alta como otros estados del país.
El secretario de Desarrollo Rural, Ariel Longoria García, confirmó que los últimos dos años, tanto la zona norte como la sur de la entidad ha resentido los impactos del cambio climático, que lejos de disminuir, seguirá registrándose.
En los dos últimos años, Tamaulipas ha tenido grandes afectaciones en el campo, con la presencia de sequías prolongadas, la caída de granizo de manera atípica, además de heladas ocasionadas por bajas temperaturas.
“Confiamos en que durante el próximo ciclo otoño – invierno 2019-2020 la presencia del cambio climático no sea tan drástico como ha sido en los dos últimos años y sea de cierta forma un poco más benevolente”, apuntó.
Recordó que el campo resentirá una baja importante en la inyección de recursos al haber reducido y en otros casos desaparecido programas para dicho ciclo por parte del Gobierno de la República a través de sus dependencias.
“Seguir dañando el cambio climático al campo tamaulipeco, sería una situación complicada para el productor en general, porque además de la falta de apoyos, enfrentaría otros impactos reflejados en sequías, heladas y caída de granizo”, indicó.
Longoria García hizo ver el impacto que ocasionó en municipios como San Fernando la caída de granizo en cultivos como el sorgo y maíz, que si bien fue poca la pérdida de esos cultivos, al final de cuentas representó una descompensación económica para los productores.
Pese a todo, declaró que la gente productora sigue avanzando y no se amedrenta.
Agregó que las siembras del próximo ciclo, mismas que inician a mediados de este mes, se realizarán en base a las condiciones y posibilidades económicas de los productores.