México, 8 Ene (Notimex).- El anuncio que hicieron los duques de Sussex, Meghan Markle y Harry, de dar un “paso atrás como miembros de la familia real” británica, marca un rompimiento histórico en la férrea tradición que encabeza la Reina Isabel II.
El conflicto del joven matrimonio con los demás integrantes de la casa real británica no es nuevo. El cuento de hadas ha sido para la exactriz Meghan Merkle, una historia de terror de la que ella misma ha hecho comentarios.
La duquesa de Sussex dijo durante una entrevista con la cadena británica ITV que gente cercana le había advertido que, de casarse con el príncipe Harry, los medios iban a “destruir” su vida.
En la emisión, Merkle comentó que sabía que su adaptación a la realeza sería difícil, pero siempre pensó que “sería justa, esa es la parte realmente difícil de entender. Cuando la gente dice cosas que son falsas, y se les recalca que no son ciertas, pero igual se les permite decirlas… resulta muy duro».
Por su parte, el príncipe Harry, sexto en la línea de sucesión al trono de Reino Unido, dijo durante la entrevista, realizada en un viaje de la pareja a África, y luego del acoso mediático a su esposa: «Perdí a mi madre y ahora mi esposa es víctima de las mismas fuerzas poderosas».
La presión sobre la duquesa es tal, que demandó al periódico Mail on Sunday, por publicar una de las cartas que le envió a su padre. Y Harry emprendió también acciones legales contra The Sun, del Daily Mirror, por un supuesto hackeo telefónico.
A esto se suman los constantes desencuentros del príncipe con su hermano William, conflicto del que también se ha escrito por mucho tiempo. El más joven de los hijos de la fallecida princesa Diana, confirmó que ambos transitan por “caminos diferentes”.
Harry comentó que, «como en toda relación, hay buenos días y malos días». Pero enfatizo que siempre voy a estar para él y yo sé que él siempre estará allí para mí». Estos antecedentes marcan el anuncio de la pareja de alejarse de la realeza.
La duquesa de Sussex y el príncipe dijeron mediante su cuenta de Instagram, que “después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos elegido hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo papel progresivo dentro de esta institución».
Lo dramático del movimiento cimbra en sus cimientos a una institución aparentemente fuerte, a prueba de cismas. Desde el divorcio del príncipe Carlos y Lady Di, hace más de 25 años, no se presentaba un episodio como este, que afecta directamente la imagen de la Reina Isabel II.
La pareja aseguró que planea “equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y América del Norte, continuando honrando nuestro deber hacia La Reina y la Commonwealth”.
Agregaron que la decisión permitirá “criar a nuestro hijo con una apreciación de la tradición real en la que nació, al tiempo que brinda a nuestra familia el espacio para centrarse en el próximo capítulo”, cuyos detalles anunciaran “a su debido tiempo”.
Desde hace tiempo, medios especializados en temas de la realeza, habían especulado que el matrimonio real no estaba a gusto en el espacio de Palacio. Sobre todo la duquesa, que parece no encontró su lugar dentro del clan de la reina, lo que provocó roces constantes.