Adela Hernández.-
TAMPICO, Tam.- A seis meses de haber llegado a la zona sur de la entidad, el obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano, dijo que se ha llevado una grata sorpresa, pues Tamaulipas cuenta con una fama que no tiene Tampico.
“Ha sido una sorpresa, por la tranquilidad, la paz, no deja de haber sus problemas, como ustedes saben, cada día, pero en general no coincide con la idea que se tiene de todo Tamaulipas. Tampico, gracias a Dios, ha entrado en una etapa distinta que Dios nos concede disfrutar de la tranquilidad familiar”, señaló.
Respecto a los hechos de violencia que se han venido registrado en las instituciones educativas, indicó: “Son hechos lamentable y tristes donde los niños ya empiezan a ingresar armas, esto es un fenómeno propio de Estados Unidos que llegó a nuestra cultura, eso nos entristece a todos, creo que entre todos deberíamos trabajar más para frenar esto, es un trabajo de todos, padres de familia, maestros, Iglesia”.
Consideró que este es un trabajo de todos los sectores y no debería dejarse que se extienda y que nos parezca tan normal, “que las situaciones de los niños no nos lleguen a parecer normal nunca”.
Dijo que desafortunadamente, agregó, “el ambiente tiene mucho que ver, estos niños vienen de una familia desintegrada, padres poco responsables, de unos abuelos que se confiaron demasiado, entonces yo creo que lo principal que se debe hacer para la fortalecer la paz, es la familia”.
