diciembre 12, 2024
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febrero 4, 2020 | 1127 vistas

Mauricio Zapata.-

Definida como una mujer de hogar, pero entregada al trabajo, la diputada federal por el Partido Encuentro Social (PES), Olga Sosa Ruiz, se abre para dar a conocer su personalidad.

Tampiqueña, fanática de la Jaiba Brava, orgullosa de portar la cuera tamaulipeca fuera de la entidad, así como romántica y alegre nos habla de sus aficiones, sus fobias, sus pasatiempos, sus virtudes y sus defectos.

En “De cuerpo entero”, Sosa Ruiz es una persona que le gusta ver series, leer y comer tortas de la barda, pero también de disfrutar de la soledad y de los pasteles de chocolate.

En entrevista, la legisladora federal subraya también cuáles son sus defectos, a dónde le gusta descansar y quién es su héroe e ídolo de toda la vida.

MEDITACIÓN

Comienzan las preguntas y sin dudar una sola responde de manera rápida y sin enredos.

¿Qué hace en sus ratos libres?

“Estar conmigo misma, me encanta estar en mi casa, disfruto leer y meditar. A veces, también, veo alguna serie o película”.

¿Y cuál es su película favorita?

“Tengo muchas, pero me encanta Realmente Amor, (Love Actually, 2003), que es parte de una costumbre navideña el verla cada año”

¿Cuál es su comida favorita?

“Tengo muchas, pero en definitiva amo la comida de mi Puerto (Tampico): los mariscos los busco hasta en la Ciudad de México, la jaiba al natural, los camarones, etc.; la torta de la barda, los tacos de cochinita cada domingo, en fin, son muchos y tan variados los lugares que tenemos que no acabaría”.

Sobre sus gustos en ropa y calzado, la legisladora se define como una persona sencilla, no obstante, para trabajar o asistir a una gala especial, le gusta vestir bien.

¿Qué tipo de ropa le gusta usar?

“Creo que no tengo un estilo único, uso lo que me hace sentir cómoda, hoy puedo usar mezclilla y tenis y al día siguiente estoy en tacones y vestido trabajando”.

Pero habla con orgullo de sus raíces y tradiciones.

“Portar la Cuera Tamaulipeca, en el resto de la República, es un gran orgullo para mí”.

 

LA CHAPARRA

¿Cómo le decían de pequeña?

“Olguita, aún me dicen así los amigos. Chaparra / enana, la familia, por obvias razones”, Termina la respuesta con una risa discreta y tímida.

¿Qué deporte le gusta?

“De niña jugué golf con mi padre, hasta que terminó la gira juvenil y no volví a practicarlo más. Los clásicos de futbol me exaltan”.

Y Tampoco niega la tierra que la vio nacer.

¿A qué equipo le va?

Con orgullo y decidida contesta: “Soy jaiba brava de nacimiento y me encanta disfrutar un partido en el Tamaulipas, sobre todo si es contra el Corre”.

¿Cuál es su bebida favorita?

“Coca Cola y una copa de tinto”.

¿Qué le gusta leer y cuál es su libro favorito?

“En la lectura tengo de todo un poco, me gusta la novela, pero también disfruto escritores mexicanos. Mi libro favorito es ‘A la sombra del Ángel’ y leí dos veces ‘Lo que el viento se llevó’. Hoy estoy leyendo El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir, un libro importante para las luchas del feminismo y de los roles de las mujeres”.

Retomando con el rubro de la comida y los gustos culinarios, ¿cuál es su postre favorito?

“Pastel de chocolate y/o unas papas con mucha salsa Valentina, Tajín y Golos”.

¿Playa o montaña?

“Montaña y/o el bosque, escenario perfecto para relajarme”.

FUERTE, NEGRO Y SIN DULCE

¿Cómo le gusta tomar el café?

“Como debe ser, fuerte, negro y sin azúcar. Mi favorito, el expreso sencillo”.

¿Qué número calza?

“2.5, soy mini lo sé”, y nuevamente suelta una risa.

 

EL ACCIDENTE EN EL QUE VIO CERCA LA MUERTE

Se le pidió contar una anécdota buena que le haya pasado en su vida.

“¿Buena? Tengo muchas, no podría resumirlo a una sola, pero los triunfos compartidos con familia y amigos, los mejores”.

¿Y una mala?

“Mala: Prefiero no recordarlas, pero sí puedo mencionar que mi accidente automovilístico, fue un momento complicado”

¿Fue noviera?

“Para nada. Me la paso trabajando”.

¿De joven qué materia le gustaba y cuál le disgustaba?

“Me encantaban las matemáticas y la física. Siempre me disgustó la química”.

De no dedicarse a la política, ¿qué otra profesión le hubiera gustado?

“Ser abogada, y ahora sí, ¡con la ley en la mano! Gracias al servicio público he aprendido que las leyes nos permiten defender causas y ver por los demás. También disfruto mucho dar clase, transmitir el conocimiento y preparar nuevos profesionistas, así que creo que igual sería académica de tiempo completo”.

¿Cuál ha sido la peor enfermedad que haya tenido?

“No fue propiamente estar enferma, pero fue mi operación de mi columna cervical. Una experiencia como esa te permite valorar tu vida y crecer”.

¿Qué es lo que más le apasiona?

“Defender a quienes han confiado en mí, defender mis valores como persona y las necesidades de las personas. Servir es enriquecedor, poder ser el puente para ayudar, generar un cambio, contribuir, aportar desde cualquier espacio donde me encuentre, desde el aula, como legisladora o sin cargo alguno”.

Ídolo en la vida (de niño, de joven y/o actual)

“Mi padre, mi superman, mi todo, mi ejemplo de vida”.

¿Algún defecto?

Ser perfeccionista, presto mucha atención a los detalles mínimos y si algo no sale bien, me frustra mucho. Para muchos, mi voz, pero así me mandaron a este mundo, y no hay nada que pueda hacer”, menciona con risa.

¿Cuál es su virtud?

No me gustaría decirlo yo, pero igual sería mi carácter, que aunque fuerte, he aprendido a disfrutar cada momento de la vida, procuro siempre sonreír y voy feliz a donde sea que vaya, soy directa y una amiga incondicional”.

De estatura baja (1.50 m), delgada (54 kilos) y de ojos negros, la diputada Olga Sosa Ruiz, concluye así: “Yo soy Pura Jaiba Señores, soy de Tampico”.

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