Después de intensas y prolongadas sequías, así como devastadores incendios forestales que azotaron a Australia este verano, ahora tienen que lidiar con los fuertes vientos, lluvias torrenciales e intensas inundaciones que azotan a la costa oriental australiana.
Lo extrema de la tempestad ha hecho que se formen “cascadas invertidas”, que es cuando el agua es levantada por el viento y arrojada encima de las rocas, en Kurnell, un suburbio costero de Sidney, el domingo pasado.
Este temporal es el más potente y devastador que ha afrontado el estado de Nueva Gales del Sur desde los años 90, arrojando casi 400 milímetros de precipitaciones en cuatro días.
Se han atendido un promedio de diez mil llamadas por los servicios de emergencia, en su mayoría se trata de caída de árboles e inundaciones; los habitantes de algunas localidades ya fueron evacuados.
Con información de: actualidad.rt.com
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