Una sustancia que se utiliza mucho actualmente para el rejuvenecimiento facial es el famoso botox, ya que su aplicación es muy sencilla, se pone en las arrugas o líneas de expresión muy marcadas con el fin de relajar el músculo y mantener una expresión jovial.
Y aunque se trata de un procedimiento sencillo, las personas que lo aplican deben ser profesionales o podría tener terribles consecuencias.
Un claro ejemplo de esos errores es Rachel Knappier, una joven de 29 años que terminó con los labios deformes por acudir a lugares no muy recomendables.
Knappier acudió con sus amigas a una “fiesta de botox” y pese a que la idea era solo aplicarse en las arrugas de la frente, después decidió aplicar también en los labios para agrandarlos.
Pero no contaba con que erróneamente le inyectaron el relleno en una arteria, lo que le causó que se le hinchara la boca en cuestión de horas y el suministro de sangre de sus labios se viera comprometido.
La joven entró en pánico cuando se produjo la reacción y llamó a la mujer que le había aplicado la sustancia, quien le recomendó que acudiera al hospital.
Los médicos del nosocomio le señalaron que no era una reacción alérgica y que debían disolver el relleno. El experto en cirugía estética le advirtió que podría perder su labio superior si el tejido comenzaba a morir.
Afortunadamente sus labios volvieron a la normalidad después de meses de tratamiento y mucho dolor.
Con información de: excelsior.com
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