Chantal Martínez Díaz.-
Vivir con una malformación en el esófago no ha sido nada fácil para José Ángel ni para su madre Alicia. Desde hace nueve años le han hecho frente solos a este padecimiento, que obligó a colocarle una sonda y realizarle dilataciones que cuestan casi cinco mil pesos cada semana, para poder recibir alimento y sobrevivir.
Oriundos de Pueblo Viejo Veracruz, tuvieron que radicar en esta Capital desde hace tres meses para poder recibir la atención del Hospital Infantil de Ciudad Victoria.
Ante la falta de un empleo que le brinde seguridad social que cubra los gastos de estos procedimientos ambulatorios altamente costosos, doña Alicia Díaz Hernández diariamente hornea galletas, empanadas, hojarascas, pays y pastelitos.
Juntos recorren la ciudad con sus productos, sobre todo en el centro de Victoria, donde realizan la mayor parte de sus ventas.
Ambos requieren de la ayuda de todos nosotros, sobre todo porque, además de ser incosteable, el tratamiento demanda el recurso económico de manera urgente. Por ejemplo, para el día 22 de febrero tienen programado comenzar de nuevo con las dilataciones y requiere de diversos estudios, entre los que se encuentra un esofagrama, el cual costará más de cinco mil pesos y tendrá que realizarlo de manera particular.
Cada dilatación, de acuerdo al presupuesto que le hicieron en el Hospital Infantil, le significa mil cien pesos de la cirugía (ambulatoria), otros mil cien pesos de derecho a quirófano; mil pesos de la anestesia general por dos horas; 440 pesos de una cama por un día, a lo que hay que sumarle mil pesos más de los materiales quirúrgicos desechables. En total son cuatro mil 640 pesos que tiene que cubrir antes de que se realice el procedimiento, así como la entrega de la sangre respectiva.
La mujer, que en Pueblo Viejo se dedicaba a la recolección de ostión, cuenta que día a día avanzan de la mano de Dios y que siempre venden sus productos; no obstante, de acuerdo a las necesidades del niño, requiere de un horno de gas industrial para poder generar una producción mayor, y así obtener más recursos. En Mercado Libre lo vio en cinco mil 600 pesos.
“Nada más eso es lo que necesito, si tuviera el horno en mi casa horneo y de ahí saco para lo del niño”, dice.
Actualmente vive en una casa de renta ubicada en la colonia Horacio Terán, su número de celular es el 833 443 4619 y puede recibir depósitos en la cuenta de Saldazo de Banamex, los cuales se pueden realizar desde cualquier Oxxo a la tarjeta número 4766 8413 5904 0998.
O inclusive, pueden donar sangre o pagar el procedimiento directamente en el Hospital Infantil para el paciente José Ángel Díaz Hernández, quien es un verdadero guerrero que día a día contribuye con su madre para salir adelante.
Además, si llegan a ver a doña Alicia y a José Ángel vendiendo sus productos apóyelos por favor, ellos lo necesitan: Échales la mano.
EL DATO
El esófago es un tubo elástico que mide unos 25 centímetros de largo. Conduce la comida desde la parte posterior de la garganta hasta el estómago y queda situado por detrás de la tráquea.
Contiene fibras musculares que le permiten hacer movimientos para que se pueda deglutir (pasar) el alimento.
A su edad no pueden realizar un implante y tendrían que esperar a los 17 años, mientras tanto requiere de la alimentación vía sonda y de una atención multidisciplinaria, que incluye terapia psicológica.
José Ángel no ha recibido ayuda tampoco de asociaciones civiles o incluso del gobierno (en ninguno de los niveles) para atender su condición.
De acuerdo con las estadísticas del “Registro y vigilancia epidemiológica de malformaciones”, uno de cada 50 recién nacidos vivos (RNV) y uno de cada nueve nacidos muertos (RNM) presentan una o más malformaciones, las cuales toman por sorpresa a las familias y a los propios sistemas de salud públicos.