diciembre 14, 2024
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“La fama es una porquería, no me sirvió de nada” Verónica Castro

febrero 14, 2020 | 408 vistas

México, 14 Feb (Notimex).- La actriz, conductora y cantante mexicana, Verónica Castro, recordó las palabras que le dirigió María Félix, la máxima estrella del cine mexicano, cuando se conocieron durante su nombramiento como “El Rostro del Heraldo” en 1970, mismas que se marcaron su prolífera carrera.

“Yo comencé haciendo fotonovelas por ahí de 1966 y en una ocasión fui a hacer la promoción a un programa de Manuel ‘El Loco’ Valdés, que se llamaba ‘Operación Ja ja’, ahí me agarraron para que mi rostro apareciera en los créditos del programa”, explicó Castro en una reciente entrevista para LatinUs.

Tiempo después el periodista Raúl Velasco, la vio en uno de los pasillos de Televicentro y la invitó a participar en “El Rostro del Heraldo”, premio que otorgaba el diario de circulación nacional El Heraldo de México, mismo que por poco, no gana: “como ya había aparecido en pantalla ya no podía participar, sin embargo, como tres días antes de la presentación me llamaron para decirme que siempre sí era yo”.

Verónica, quien desconocía el medio del espectáculo fuera de las fotonovelas, pidió que María Félix fuera su madrina, así que atendió a la ceremonia de presentación sin estar muy segura de qué ocurriría y sin imaginar que esa noche, “La Doña” le lanzaría una frase que marcaría su carrera en lo sucesivo.

“Yo creía que era el sueño de una princesa. Ese día presentaron a José José que iba a ser la voz del año y yo el rostro del año, y María estaba sentada con el dueño del periódico”, confiesa ante Galilea Montijo, quien se encargó de la entrevista.

“Estaba muy nerviosa y luego de que nos presentaron, me llevan a conocer a María y me dice ‘sí, eres muy linda, ojalá lo sepas aprovechar’ y se me quedó, creo que sí le saqué jugo, ahí comenzó todo, pero yo ya venía trabajando desde antes”, afirma con su característico humor.

La intérprete de Aprendí a llorar, también habló acerca de sus primeras incursiones en la conducción, pues lo primero que hizo fueron algunos comerciales de juguetes en los espacios en vivo en los que aparecía su rostro, sin embargo, tuvo que estudiar para obtener su licencia, la que en ese entonces era indispensable para siquiera tomar un micrófono.

“Un micrófono es un arma mortal. Puedes levantar a una persona hasta el cielo, pero también puedes matarla, todo en un segundo”, destacó respecto a la profesión por la que siente mucho respecto, pues le ha llevado éxitos como los programas Mala noche no y La movida.

Además, confesó que aquello que llamó la atención de la industria, fue lo mismo que le impidió tener un protagónico en sus primeros 15 años de carrera, su belleza: “Muchas, muchas veces (le negaron un papel). Lo que pasaba es que la gente que tenía una buena cara o un buen físico era muy difícil que funcionara como buena actriz”.

“La belleza no era bien vista ni aceptada en la televisión ni en el teatro. Uno tenía que demostrar mucho, así que me la pasé en el pasillo 15 años, era el comodín durante 15 años para que me dieran la oportunidad del estelar”, continuó la actriz quien en 1979 finalmente protagonizó la telenovela Los ricos también lloran.

Además de sus inicios, Verónica habló de su último proyecto en televisión, la serie La casa de las flores, que marcó su regreso, pero también resultó polémico debido a su salida tras una exitosa temporada.

“No regresé porque él no quiso, yo ya había arreglado todo con la gente de Netflix, pero él tenía ya otra idea, entonces yo le dije ‘las segundas partes nunca han sido buenas’”, destacó en referencia a Manolo Caro, productor del seriado en donde Castro ostentaba el primer crédito.

Finalmente, la madre del cantante Cristian Castro, destacó que su retiro temporal del espectáculo el año pasado, se debió a que estaba cansada de lidiar con la fama y las especulaciones sobre su vida.

“Siempre lo había pensado, pero nunca lo había dicho, en diciembre todo el mundo gritaba y hablaban, decían, inventaban y, además, yo pasando por un muy mal momento, porque mi madre que, desgraciadamente sigue enferma, no la he podido sacar adelante y ya es difícil sacarla, sinceramente. Entonces dije ‘es el momento de mandar todo esto a la fregada’, yo necesito concentrarme en este asunto que, para mí, es mi prioridad”, confesó.

Y destacó que tuvo que lidiar con un sentimiento de impotencia: “El dinero no sirve, la fama es una porquería, a mí nunca me sirvió para nada, la verdad; la fama no sirve y la lana no interesa”, finalizó.

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