Guanajuato, 15 Feb (Notimex).- El Fiscal General del Estado de Guanajuato, Carlos Zamarripa Aguirre, informó la detención del adolescente Juan de Dios «N», acusado de asesinar a cuatro menores de edad, en noviembre de 2019, mientras conducía en estado de ebriedad en el municipio de Cuerámaro.
«@AIC_Guanajuato (Agencia de Investigación Criminal de Guanajuato) detiene al menor Juan de Dios “N”, quien tiene orden de aprehensión por Homicidio doloso en agravio de tres jovencitas, hecho ocurrido en Cuerámaro; el adolescente se escondía en un domicilio de la cd. de León, será puesto a disposición de un juez especializado», publicó el funcionario en Twitter.
Los hechos ocurrieron el domingo 24 de noviembre de 2019, cerca de las 21:30 horas sobre el buelvar que conduce a la comunidad El Platanar cuando, Juana Michel de 16 años, Rosa Isela de 13 años, Zicry Inahí de 14 años y María Teresa de 14 años viajaban a bordo de una motocicleta y fueron atropelladas por una camioneta Ford Explorer, de color rojo, que conducía Juan de Dios «N».
En el lugar fallecieron tres de las jóvenes y una más murió en el hospital debido a las lesiones. El conductor se dio a la fuga.
Después del entierro de las víctimas, pobladores de Cuerámaro realizaron una manifestación; al menos 500 personas protestaron frente a la presidencia municipal para exigir justicia, después se trasladaron a la casa de la familia de Juan de Dios «N» donde realizaron destrozos y le prendieron fuego.
Luego en la casa de la alcaldesa, Ana Bueno, también provocaron daños materiales e incluso quemaron una motopatrulla. Por esos hechos detuvieron a 20 personas a quienes les impusieron una fianza de 81 mil 500 pesos.
De acuerdo con medios locales, en ese momento el adolescente compareció ante la Fiscalía General del Estado que determinó que hubo intención de lastimar a las jovencitas, por lo que lo acusaron de homicidio culposo. Luego fue citado el martes 3 de diciembre para presentarse a declarar una vez más, sin embargo, no acudió y ni él ni su familia pudo ser localizado.
Incluso su padre, Luis Araujo Blanco, quien fungía como director de una escuela primaria, pidió licencia a la Secretaría de Educación de Guanajuato para dejar de asistir al plantel.
En las semanas posteriores la indignación creció entre los pobladores de Cuerámaro y familiares de las víctimas, debido a que el presunto asesino continuó activo en redes sociales, hasta el momento de su detención, que hoy ocurrió.