Chantal Martínez Díaz.-
Cd. Victoria, Tam.-
Don Celso Martínez García diariamente se levanta y hace su esfuerzo por salir adelante. A sus contemporáneos y a los jóvenes les dice que es mejor trabajar que solo estirar la mano y pedir. Este año cumple 86 y ya tiene planes para festejar los 87.
La fe lo sostiene y logra sanar en él poco a poco el resentimiento de haber sido despojado de la herencia de su madre y abandonado y dejado a su suerte desde los diez años por parte de sus tíos.
Nuestro “Rostro de Tamaulipas” es don Celso, voceador y vendedor de lotería quien llegó a mediados de la década de los años 40 a esta Capital.
Cuenta que es del poblado de El Limón, que estudió hasta el cuarto año de primaria (a los diez años) y que decidió venir a la Capital luego de la muerte de su madre y de que los únicos familiares que le quedaron le dieron la espalda.
Al oficio lo invitó un amigo, Emilio García, quien además de introducirlo en la vida de voceador, también le daba de comer y un techo donde vivir.
Y aunque ya no tiene claro cuántos años lleva en la venta de periódico, don Celso puede que cumpla más de 70 años vendiendo los periódicos en la Capital de Tamaulipas.
El Sol Tampico, El Mundo, El Diario, El Gráfico, son de los primeros que empezaba a distribuir.
Así como ha visto nacer algunos de los periódicos de Tamaulipas, don Celso ha visto otros morir, como el caso de El Mundo, que vendía junto con El Sol en el 17 (calle Francisco I. Madero).
TODA LA GENTE ME AYUDA
Asegura que, aunque no tiene a nadie, la gente que pasa por el 12 y 13 Hidalgo le ayudan, casi todos.
Los dueños de las empresas como Maxi Centro le han permitido ubicarse a las afueras de la misma donde extiende sus periódicos, pone su silla y comienza la vendimia desde las nueve de la mañana.
“Siento mucho amor y cariño cuando me ayudan”, replica.
Dentro de un mes va a cumplir años y dice: “aunque no lo crea, es que yo soy cristiano de ‘Palabra de Vida’, ahí cuando me bautizaron se me fueron las enfermedades”
Y añade: “Yo le pido nomás que la gente que me ayude, que me siga ayudando para seguir viviendo, no para otra cosa porque nosotros no podemos agarrar ningún vicio ni nada de eso, somos cristianos”, recalca al asegurar que nunca ha tomado alcohol siquiera.
Y ahí de las nueve a las cinco de la tarde de lunes a viernes en la esquina del 12 Hidalgo se encuentra.
“Un día me mojé en un aguacero como tempestad, llegué a la casa y me quedé dormido y no me pude levantar, duré dos o tres días ahí en el Hospital Civil, vinieron los hermanos, oraron por mí y todo me fue mejor, mejor”.
PÓNGANSE A TRABAJAR
A su edad don Celso está convencido que el trabajo dignifica y es por eso que a jóvenes y sobre todo a los adultos mayores les recomienda seguir trabajando, pues dice que es mejor que solo estirar la mano y pedir.
A los jóvenes, también les repite: “pónganse a trabajar como yo, desde los diez años empecé a trabajar, antes había El Mundo que llegaba en la unidad del ferrocarril, y el Sol de Tampico, he visto ocho o diez periódicos”
Y de entre sus funciones, dice, está el leer el periódico diariamente: “yo los leo porque siempre me preguntan ¿qué trae el periódico? y yo les digo, pues esto o lo otro, y es como le hace uno para vender”
BAJAS VENTAS Y LA INGRATITUD
Así como es voceador, don Celso también vende lotería nacional. Vende como cinco o seis cachitos por sorteo en promedio.
Ahora la venta ha bajado mucho, (del periódico y de la lotería), pues la subieron y eso es lo que nos perjudicó a nosotros, al igual que a los periódicos porque ya no se publican los resultados.
Aquí, dijo, le han pegado hasta con el premio mayor “y no me han dado ni un cinco”.
Sin embargo, dice que todo se lo deja a Dios: “yo digo que está mal pero solo el de allá arriba es el único que sabe”.
EN MARZO DOBLE FESTEJO
Este mes de marzo tiene doble festejo, el nueve se conmemora el Día del Voceador y el 14 su cumpleaños, por lo que aprovecha la ocasión para pedir colaboración a la comunidad que si tiene algo con lo cual puedan colaborar para que salga adelante, mucho le ayudarían.