Arely López Galicia
MATAMOROS, Tam.- Cada semana que pasan a la espera de poder obtener su asilo humanitario, la incertidumbre crece entre la comunidad migrante, así como de quienes les están apoyando en brindarles una estancia más humana en esta ciudad fronteriza, pues desconocen hasta cuándo estas familias tendrán que seguir viviendo hacinados en campamentos.
El encargado de la Casa del Migrante de la Diócesis de Matamoros, el padre Francisco Gallardo López, señaló que inclusive hay familias migrantes que desconocen si podrán quedarse a vivir legalmente en México, pues les han informado que estos procesos también les tomarán tiempo y no todos serían candidatos a obtenerlo.
Lo anterior lo indicó luego de tener conocimiento que muchos migrantes que están aquí en busca del sueño americano, se están dando por vencidos al ver que definitivamente no van a lograr el objetivo de ingresar legalmente a Estados Unidos.
Manifestó que lamentablemente la comunidad migrante se encuentra en un gran desconcierto, pues aseguran que de ser retornados a sus países de origen, sus vidas estarían en riesgo, de ahí el temor de ser deportados una vez que sus trámites ante las autoridades migratorias de Estados Unidos concluyan, y que en México no se les brinde la posibilidad de quedarse.
Resaltó que esta situación se está presentando mayormente con las familias centroamericanas, pues dijo, se ha visto que tienen mayores posibilidades los venezolanos, colombianos, cubanos, inclusive los mexicanos desplazados, mientras que para los centroamericanos la situación ha sido bastante compleja.
El también encargado de la Pastoral Social de la Diócesis de Matamoros subrayó que cada vez se les dificulta más pasar, ya que, según le han manifestado, muchos de ellos cruzaron el río al sur de México, es decir, de ilegales, lo que Estados Unidos califica como felonía.
Gallardo López manifestó, por ejemplo, que no ha habido una sola persona de Honduras a la que se le haya dado asilo en Estados Unidos, y tienen conocimiento de que algunos ya agotaron sus tres citas y en una cuarta se les va a definir si los dejan entrar a la Unión Americana o no.
“Sin duda es cada vez más preocupante para estas familias, la incertidumbre de saber si podrán pasar a Estados Unidos, incluso no saben si les permitirán quedarse aquí en nuestro país, y esto tiene a muchas familias con miedo de ser retornados a sus países, pues dicen que de regresar sería como una sentencia para esos familias”, puntualizó.