Arely López Galicia.-
MATAMOROS, Tam.- Durante su visita por Matamoros, la directora de Caridades Católicas, la hermana Norma Pimentel, aseguró que actualmente la comunidad migrante vive con más miedo que antes, pues por los hechos de inseguridad que se viven en esta ciudad fronteriza, temen por la seguridad de sus hijos, así como por ser deportados al recibir el rechazo de su solicitud de asilo.
Ante esto, destacó que siguen buscando la manera de brindarles una estancia más humana, pues dijo, lamentablemente los migrantes podrían permanecer mucho más tiempo en esta ciudad, ante la lentitud de los procesos migratorios en Estados Unidos, ya que hay familias que tienen más de un año en espera de su solicitud de asilo.
“Desafortunadamente las leyes de Estados Unidos hacen este proceso muy lento para desanimarlos, las familias tienen casi un año esperando, por eso queremos que se cambien estas leyes inhumanas, por eso somos su voz en este lado de la frontera, para que los migrantes sean escuchados”, dijo.
“Existe mucho miedo entre las familias, ellos están aterrorizados porque están expuestos a cualquiera que quiera aprovecharse de ellos, temen por la seguridad de sus hijos, no duermen por proteger sus carpas, y también tienen temor de ser deportados”, agregó.
Manifestó que lamentablemente han sido muy pocos los que han logrado cruzar de manera legar a la Unión Americana, pues solo el uno por ciento de las familias migrantes han logrado obtener el asilo humanitario, aunque en su mayoría han sido rechazados por diversas causas, sin embargo, aseguró que seguirán luchando por los derechos de los migrantes.
Ante ello, la hermana Norma Pimentel resaltó que desgraciadamente esta lentitud orilló a algunas madres a que enviaran solos a sus hijos hacia Estados Unidos, porque quieren que al menos los niños tengan una mejor vida, pero les han hecho ver el riesgo que esto representa.
“Las madres por salvar a sus hijos les dicen vete tú, esto por la última opción al ser rechazados su solicitud, pero eso es muy riesgoso, y veces a los niños lloran porque son separados de sus padres, aunque les hemos hecho ver eso, ellos tienen la esperanza de que así sus hijos tendrán una mejor vida allá”, expresó.
Ante estas difíciles circunstancias por las que pasan, manifestó que se requiere de mucha más empatía por parte de la comunidad matamorense, aunque entienden que hubo rechazo por la invasión que sufrieron las plazas del Puente Nuevo, y la forma en la que se comportaron algunos migrantes, ahora buscan hacer un frente común para apoyarlos, por lo que ayer acudieron a rehabilitar dicha plaza, a fin de que ya no exista rechazo por parte de la comunidad local hacia ellos.