Chantal Martínez Díaz.-
La falta de mantenimiento por parte de los dueños y la indolencia por parte de la autoridad han provocado que las calles de mayor movilidad social en la Capital de Tamaulipas (las del centro) estén convertidas en una “bomba de tiempo”.
Además de las banquetas y calles deterioradas, existe un riesgo mayor que pocos alcanzan a ver, se trata de las cornisas, marquesinas y hasta fachadas de edificios. Algunos están vacíos, pero la mayoría albergan comercios.
Durante la madrugada de este miércoles, en la Capital de Tamaulipas se registraron rachas de viento hasta de 60 kilómetros por hora, que ocasionaron daños mínimos en la ciudad.
Sin embargo, los riesgos de caídas de esas fachadas, marquesinas y cornisas son latentes.
Hace apenas tres años, la caída de una cornisa en la calle Hidalgo provocó obligadamente que las autoridades dieran una revisión a las fachadas de los inmuebles. En ese entonces, solamente llegaron a acordonar la esquina del Once Hidalgo.
Lo viejo de los edificios, pues algunos datan de más de cien años, la falta de un mantenimiento profundo y sobre todo la ausencia de una política de protección civil eficiente, han permitido la operación de esta zona en estas condiciones, máxime que ni las leyes ni reglamentos son aplicados.
La situación está tan grave, que en el Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021 ni siquiera fue incluido un apartado específico de Protección Civil Municipal, de acuerdo con la versión publicada en el Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas el 31 de enero de 2019.
De acuerdo a la programación y los deseos que planteó el alcalde Xicoténcatl González Uresti, habría en ese entonces cinco ejes en que basaría la administración pública municipal: 1.- Gobierno de Excelencia. 2.- Servicios Públicos de Mejor Calidad. 3.- Bienestar Social Integral e Incluyente. 4.- Desarrollo Económico Ordenado. 5.- Crecimiento Ordenado y Sostenible.
En este último punto en uno de los apartados refiere los problemas del contexto municipal relacionado con ese eje, entre otros se encuentra el de la imagen urbana del municipio que, reconocen, “proyecta desorden, caos urbano, falta de limpieza, deforestación, falta de armonía entre elementos arquitectónicos, descuido del patrimonio edificado”.
En ese mismo apartado, refieren que las posibles causas, entre otras, son que la infraestructura destinada a la movilidad urbana es inadecuada para facilitar el desplazamiento de la población sin el uso del automóvil, máxime que hay un privilegio por el uso de vehículos como medio de transporte, debido a que –según aceptan– el crecimiento y la operación del transporte público no está planificado.
El daño en las fachadas se puede observar en cualquiera de las calles, las marquesinas o cornisas sin mantenimiento, pero la situación se agrava conforme se acerca al área del mercado Argüelles y sus alrededores, y nadie hace nada.
Y aunque pudieron manifestar la mejora de la movilidad urbana como una prioridad y determinar algunas líneas de acción para concretarlo, de manera definida el programa del rescate de esa zona es invisible. A lo mucho prometieron “realizar acciones para consolidar las zonas de tránsito peatonal como banquetas, andadores y calles”.
De acuerdo con la Ley de Protección Civil del Estado de Tamaulipas en el Capítulo VI, establece que en cada uno de los ayuntamientos habrán de conformarse los sistemas de Protección Civil, con la finalidad de organizar los planes y programas de prevención, auxilio y apoyo a la población. Además, que corresponde a través de estos (Artículo 30, apartado V), establecer y mantener, “un registro de riesgos de siniestros en los establecimientos comerciales, industriales y de servicios que operen en su municipio, clasificándolos de la siguiente manera:
1.- Alto riesgo.
2.- Medio Riesgo.
3.- Bajo Riesgo.
No obstante, a pesar de que existe la obligatoriedad, en este municipio no se cumple con ello, máxime que es la autoridad local la encargada de inspeccionar, asesorar y exigir condiciones de seguridad, sobre todo para salvaguardar la integridad de quienes ahí transitan.
EL REPORTE
Este mismo miércoles y tras la entrada del Frente Frío Número 41, las autoridades de Protección Civil y Bomberos, encabezadas por Julio César Cantú Moreno, notificaban que no se habrían presentado daños o percances a propósito de las rachas de viento que se registraron durante la madrugada y las primeras horas de ese día.
Se reportó la caída de dos árboles en la colonia Guadalupe Mainero y en el 19 Méndez, sin que se causaran daños en propiedad o vehículos.
COMERCIANTES EN FAVOR DE REVISIÓN SIN ABUSOS
En tanto, algunos comerciantes de la zona señalaron la importancia de contar con inmuebles seguros; sin embargo, debido a que en su mayoría son empleados, consideraron que los propietarios tampoco se hacen cargo.
Unos más señalaron la necesidad de que al menos cada seis meses se lleven a cabo operativos con elementos “responsables y profesionales”, a fin de hacer el tránsito seguro.