Patricia Wright señaló que su esposo Bob es un veterinario retirado que siempre ha tenido una conexión especial con los animales, pero ninguna de estas se parece a la relación que tiene ahora con su gato Mooshu, quien a partir de que Bob fuera diagnosticado con Alzheimer no lo deja y pasa los días recostado sobre su regazo brindándole consuelo y compañía.
Desde que le comunicaron de la enfermedad de su esposo la vida se le complicó a Patricia, ya que era muy difícil encontrar cosas que lo hicieran feliz, pues lo que solía gustarle, ahora simplemente no le agradaba o dejaba de hacerlo.
Pero un día Mooshu se unió a la familia y su esposo no dejaba de pedir que lo pusieran sobre su regazo, cosa que hizo y quedó sorprendida al notar que el gato disfrutaba de estar en las piernas de Bob y que además se quedaba dormido ahí.
A partir de ese momento el gato y el veterinario se volvieron muy unidos e inseparables, aunque Mooshu a veces desaparece debido a que tiene que realizar acciones acordes a su especie, por lo que Bob se quedaba deprimido.
Es por eso que Patricia decidió comprarle un gato robot a su esposo, quien ahora se encarga de suplir a la Mooshu cuando está “ocupado” en otras cosas.
Sin embargo Bob, quien como veterinario disfruta con el contacto con los animales es muy importante Mooshu, ya que es lo único que disfruta hacer todavía.
Aunque esta historia comenzó en el 2013, el video del animal y Bob compartiendo tiempo juntos se volvió viral en las últimas semanas, luego de que la página Alzheimer Society lo compartiera en las redes.
https://www.facebook.com/alzheimerssocietyuk/videos/177741256895181/?t=0
Con información de: milenio.com
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