Este año 2020 ha sido particularmente difícil para el mundo entero, empezando el año con graves situaciones que amenazan nuestra permanencia en este planeta.
Después de haber sufrido por los lamentables incendios masivos en Australia que mataron a más de mil millones de animales, donde se quemaron millones de hectáreas de vegetación, que cubrieron de humo el océano Pacífico y de la amenaza de una posible guerra mundial, esto ya parece estar cruzando todos los límites.
Pero el 2020 todavía nos tenía más y la más grave amenaza que todavía está presente y al parecer fuera de control, el coronavirus.
Aunque la tasa de mortalidad ha bajado, esta nueva enfermedad o tiene cura todavía y afecta a los más vulnerables, además de ser altamente contagiosa.
Es por eso que lo último que nos podríamos imaginar es que un grupo de personas sin escrúpulos estuvieran estafando a costas de una emergencia de salud mundial al vender mascarillas usadas y posiblemente contaminadas para ganarse unos dólares extras; por fortuna todos fueron arrestados.
Debido a esta situación podríamos pensar que todos están tratando de detener la propagación de esta enfermedad; sin embargo, no es así.
Mientras las autoridades mundiales de salud tratan de controlar la crisis y explicarle a la población cómo protegerse de manera efectiva y responsable, un grupo de delincuentes en Bangkok ven al coronavirus como una oportunidad de negocios y fueron sorprendidos en pleno proceso de “limpieza” de mascarillas para ser revendidas a las personas.
Después de una denuncia anónima, la policía allanó una casa en la provincia de Saraburi, al norte de Bangkok, donde seis trabajadores fueron descubiertos lavando mascarillas en una lavadora antes de plancharlas y venderlas como nuevas, sin importarles poner en riesgo la vida de miles por un poco de dinero.
Es por eso que la Organización Mundial de la Salud ha aconsejado a las personas que se laven las manos al menos cinco veces al día con agua y jabón o desinfectante de manos para protegerse contra el virus.
Este virus ha contagiado a más de 92,000 personas en todo el mundo en 78 países. De estas, unas 3100 han muerto. Estas cifras podrían empeorar cuando existen personas como estas que aprovechan una crisis de salud para estafar a las personas y ganar dinero.
Con información de: www.upsocl.com