Chantal Martínez Díaz.-
Cd. Victoria, Tam.-
Con el cambio de directiva de la Unión de Locatarios del Mercado Argüelles comenzó una fase de reorganización, que incluye estudios de factibilidad, presupuestales y de planeación para “rescatar” a este que todavía sigue siendo uno de los principales centros de abasto de la localidad.
Fernando Tovar Soto, representante de la Unión, explicó que la fase de reorganización incluye el mantenimiento de diversas áreas; recalcó que el inmueble es resistente y no debe ni siquiera pensar en demolerse para el rescate.
“Estamos en una fase de reorganización, porque sin duda hay áreas que requieren mantenimiento, nosotros estamos trabajando lo que las personas que estuvieron antes de nosotros nos dejaron, que fueron nuestras familias, algunas de hasta tres o cuatro generaciones. Sabemos que los cimientos del mercado son fuertes, no hay un estudio aún, pero con las mejoras que se han hecho vemos que el material es resistente”, expresó.
Informó que dentro de las labores que llevan a cabo los propios locatarios, se encuentra la realización de un censo para determinar cuántos y cuáles están en funcionamiento.
“Se está haciendo un censo para saber qué locatarios no están ejerciendo, lo que se está buscando es cooperación”, dijo.
Aclaró que están trabajando con recursos propios y aseguró que sí ha habido acercamiento con las autoridades locales y gente externa para reorganizar el mercado.
La reestructuración que se contempla será en lo eléctrico y darle mantenimiento y saneamiento del drenaje pluvial y aguas negras.
“Muchos piensan que (el mal olor y el colapso del drenaje) es del mercado, pero es lo que hay alrededor del mercado”.
Adelantó que actualmente ya están trabajando en la clasificación de residuos, material orgánico, inorgánico y reciclable, sin embargo, destacó que el reto es dejar atrás viejas prácticas para que pueda funcionar.
“Tenemos un mes y creo que sí va a funcionar, he visto un gran cambio de los compañeros, nos han dado contenedores con tapa para evitar moscas y malos olores, se envían a granjas porcinas y plantas de composta. La acción de ejercer el cambio es lo que debemos medir”, concluyó.
