Hong Kong, 19 Mar (Notimex).- Hong Kong y Beijing han fortalecido la aplicación de la cuarentena de 14 días a fin de evitar la segunda ola de COVID-19 en ambas ciudades, propiciada por el retorno de ciudadanos chinos de regreso al país o por visitantes extranjeros.
La posibilidad de una segunda ola de personas infectadas por la nueva cepa del coronavirus se da mientras China se recupera de esta pandemia, que comenzó a afectarla hacia fines del pasado diciembre y que a mediados de este marzo se encuentra en claro retroceso.
Fue Carrie Lam, secretaria ejecutiva de la Región Administrativa Especial de Hong Kong, la que lanzó la advertencia, y dijo que de no fortalecerse, todo lo logrado podría simplemente irse a la basura.
Desde el pasado fin de semana los contagios por COVID-19 reportados por personas que llegan de fuera del país han superado a los locales, y este jueves no se registró ningún contagiado local, señaló el diario South China Morning Post (SCMP).
En China este jueves se reportaron 34 nuevas personas infectadas, todas foráneas, mientras que el miércoles Hong Kong avisó de 25 nuevos casos, el número más alto en un solo día, pero en su mayoría provenientes del extranjero.
En Beijing fueron reportados 21 nuevos casos la víspera, todos provenientes de fuera de China, 20 de ellos de países europeos y uno de América del Sur, subiendo el total de este tipo de infecciones a 31 en los pasados tres días, señaló thebeijinger.
El sitio capitalino de noticias precisó que esas cifras hacen de Beijing el líder en casos importados de la infección.
Hasta hace una semana todas las personas que llegaban a Beijing debían guardar cuarentena de 14 días en casa o un alojamiento designado, pero luego se eliminó la opción casera, y se demandó que el costo del alojamiento para la cuarentena fuera pagado por los cuarentenados.
En Hong Kong los llegados externos también deben seguir 14 días de aislamiento y luego mantenerse en vigilancia médica por dos semanas más, medidas imitadas en Macao, también Región Administrativa Especial.
Además, se coloca a los recién llegados una pulsera electrónica que junto con una aplicación permite el monitoreo de los movimientos.
En Beijing las autoridades locales han puesto en uso la aplicación «Health Bao» (tesoro de salud) cuyo portador es identificado cuando va a un sitio público o un complejo de departamentos con una luz roja si está en observación, naranja en observación en casa o verde normal.