diciembre 15, 2024
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marzo 19, 2020 | 390 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Cd. Victoria, Tam.-
En medio de la contingencia por la pandemia del covid-19, la capital de Tamaulipas registra un  desabasto general de gel antibacterial, alcohol, guantes y cubrebocas en farmacias, tiendas de autoservicio y el comercio organizado. En algunos casos el problema comenzó hace tres semanas.

Este miércoles las Farmacias Guadalajara, Farmacias Similares, Benavides y las Farmacias Especializadas, en las tiendas Waldos, Del Sol, Gran D, así como HEB y Walmart, continuaban con los anaqueles vacíos y en la mayoría no se tiene fecha de resurtimiento. “Están agotados y no sabemos”, refieren.

Al hacer un recorrido por diversas sucursales de dichas tiendas los empleados aseguraron que el desabasto comenzó aproximadamente hace tres semanas; se sabe que los proveedores (cuyos nombres se reservaron) son de Monterrey y no han dado a conocer si habrá resurtimiento.

En las 17 sucursales de las Farmacias Guadalajara no hay los productos de equipo de protección personal desde hace una semana e informaron que están a la espera que desde nivel central la cadena de farmacias les envíen los productos.

En el caso de las Farmacias Benavides, al igual que en el anterior tampoco hay insumos ni siquiera para el personal que ahí atiende, los cuales han optado hasta por utilizar bolsas de plástico como guantes para atender a la ciudadanía.

En las Farmacias Especializadas tampoco cuentan con alcohol y el resto de los insumos no los distribuyen.

En el caso de las tiendas Waldos, Del Sol y GranD, la situación es la misma; sin embargo, aquí los vendedores expresaron que al no contar con esos insumos (alcohol, gel y glicerina), la ciudadanía ha optado por la adquisición de cloro, vinagre blanco o de manzana, así como bicarbonato, para reforzar las medidas de higiene a consecuencia de la pandemia del Covid-19 y sus efectos en la población.

Las autoridades sanitarias mexicanas (federal, estatal y municipal), han recomendado el lavado continuo de manos y el uso de gel antibacterial y hasta guantes, para evitar contagios, en tanto que en lo que respecta a las mascarillas y respiradores, se ha recomendado su uso para quienes presenten síntomas y formen parte de los casos sospechosos.

No obstante lo anterior y como parte del comportamiento de la población, comenzó un aumento considerable en la demanda de esos insumos como medida de prevención del virus.

OMS LLAMA A PONER ALTO A ACAPARADORES

El pasado tres de marzo, la Organización Mundial de la Salud a través de un comunicado exhortó a la industria y a los gobiernos a que aumenten la producción en un 40 por ciento para satisfacer la creciente demanda mundial.

Según el comunicado, la OMS “ha advertido que la grave y creciente interrupción del suministro mundial de equipos de protección personal (causada por el aumento en la demanda y por las compras, el acaparamiento y el uso indebido de esos productos como consecuencia del pánico) está poniendo vidas en peligro ante el nuevo coronavirus y otras enfermedades infecciosas”.

Y añade que quienes más están en peligro son los trabajadores de la atención sanitaria, quienes dependen del equipo para protegerse a sí mismos, a sus pacientes y evitar infectarse o infectar a otras personas.

A pesar de ello, la escasez de suministro (faltan guantes, mascarillas médicas, respiradores, gafas de seguridad, pantallas faciales, batas y delantales) hace que profesionales médicos, de enfermería y otros trabajadores de primera línea estén peligrosamente mal equipados para atender a los pacientes de covid-19.

“Sin cadenas de suministro seguras, el riesgo para los trabajadores sanitarios en todo el mundo es real. La industria y los gobiernos deben actuar con rapidez para estimular el suministro, reducir las restricciones a la exportación y poner en marcha medidas con las que detener la especulación y el acaparamiento. No podemos detener la COVID-19 sin proteger primero a los trabajadores sanitarios”, refiere el comunicado adjudicado al Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Asimismo señalaron: “Los precios de esos productos han aumentado desde el inicio de la epidemia de covid-19. El precio de las mascarillas quirúrgicas se ha multiplicado por seis; el de los respiradores N95, por tres, y el de las batas, por dos.

Actualmente la entrega de suministros puede llevar meses y la manipulación del mercado es generalizada: las existencias se venden con frecuencia al mejor postor.

Hasta la fecha, la OMS ha enviado casi medio millón de equipos de protección personal a 47 países, pero los suministros se están agotando rápidamente”, advirtió.

La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, en febrero de 2020 presentaron las recomendaciones y “Requerimientos para uso de equipos de protección personal (EPP) para el nuevo coronavirus (2019-nCoV) en establecimientos de salud”, los cuales son prácticamente la guía que se recomienda para evitar que el personal de salud se contagie.

A continuación se presentan las características de los equipos de protección personal que se deben considerar para que sean efectivos y evitar riesgos de contagio.

Guantes estériles. Guantes de examen, de nitrilo, sin polvo, no estéril. La longitud del manguito alcanza preferentemente a la mitad del antebrazo (por ejemplo, una longitud total mínima de 280 mm).

Guantes no estériles. Guantes quirúrgicos, de nitrilo, sin polvo, uso único. Los guantes deben tener puños largos, llegando muy por encima de la muñeca, idealmente a la mitad del antebrazo.

Gafas. Con buen sello contra la piel de la cara, marco de PVC flexible para encajar fácilmente con todos los contornos de la cara con presión uniforme, hermético en los ojos y las áreas circundantes; ajustable para los usuarios con anteojos graduados, lente de plástico transparente con tratamientos antiempañante y a los arañazos, banda ajustable para asegurar firmemente que no se desajuste durante la actividad clínica, Ventilación indirecta para evitar el empañamiento, Puede ser reutilizable (siempre que existan disposiciones apropiadas para la descontaminación) o desechable.

Batas. De uso único, resistente a fluidos, desechable, longitud hasta la mitad de la pantorrilla para cubrir la parte superior de las botas, preferiblemente colores claros para detectar mejor la posible contaminación, bucles de pulgar / dedo o puño elástico para anclar las mangas en su lugar.

Opción 1: Resistente a la penetración de fluidos

Opción 2: Patógenos transmitidos por la sangre resistente a la penetración, nivel cuatro rendimiento y protección parcial del cuerpo.

Mascarilla médica. Mascarilla médica/quirúrgica, con alta resistencia a los fluidos, buena transpirabilidad, caras internas y externas deben estar claramente identificadas, diseño estructurado que no se colapse contra la boca (por ejemplo, pato, en forma de copa).

Respirador/cubrebocas. Respirador “N95” según US NIOSH. Buena transpirabilidad con diseño que no colapsa contra la boca (por ejemplo, pato, en forma de copa).

 

LA ÚNICA OPCIÓN

En la capital de Tamaulipas la población está echando mano de la imaginación y ha comenzado a adquirir los productos para la elaboración de cubrebocas comunes.

Por ejemplo, en la tienda Modatelas han puesto en oferta el pellón, que hasta este miércoles se comercializaba en 11.99 pesos el metro. El Pellón es la tela con la que se elaboran algunas batas, cubre bocas, gorros y pantalones tipo quirúrgico.

Asimismo, en algunos puestos ambulantes, sobre todo en los cercanos al área de los mercados se encuentran paquetes de prevención, que pueden llegar a costar de 500 a 700 pesos, dependiendo de la calidad. El paquete incluye un traje de plástico, cubre bocas y guantes.

La caja de guantes no estériles se comercializa en 350 pesos con 50 pares y, la estéril, en 500 con igual número de piezas.

De acuerdo con algunos de los vendedores quienes evitaron dar mayor detalle y revelar su identidad, la crisis de los insumos de protección personal es en todo el país y los artículos que trajeron prácticamente están vendidos, pues en su mayoría serán para el personal de salud que trabaja en algunos hospitales de la localidad.

De acuerdo con la OMS, “una persona puede contraer la Covid-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala”.

Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca.

 

LOS NÚMEROS

Según la propia Organización Mundial de la Salud, se calcula que se necesitan 89 millones de mascarillas médicas al mes para responder a la Covid-19, en todo el mundo. En el caso de los guantes de examen, esa cifra asciende a 76 millones, mientras que la demanda internacional de gafas de seguridad se sitúa en 1.6 millones al mes.

Para satisfacer la creciente demanda mundial, la OMS calcula que la industria debería aumentar la producción en un 40 por ciento y hasta sugiere que los gobiernos deberían ofrecer incentivos a los productores, ya sea reduciendo las restricciones a la exportación y distribución de equipos de protección personal y otros suministros médicos.

 

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