La dueña de un perrito de raza corgi, se llevó el susto de su vida al encontrarlo tirado en el suelo con manchas de sangre.
Todo era una broma, que resulto ser cruel para la dueña del perrito.
Una vez que pasó el susto inicial, la desconcertada mujer descubrió que su perrito solo tomaba un descanso tras comerse una pitaya.
Por lo que, las manchas rojas del pelaje del animal y el suelo correspondían a la pigmentación natural de la fruta.
“Me asusté pero solo se comió una pitaya”, comentó la dueña del corgi.
https://twitter.com/Regina_Vainilla/status/1241110116646023169
Con información de: debate.com