Chantal Martínez Díaz.-
Cd. Victoria, Tam.-
Diana Lumbreras es victorense y se encuentra en el país Vasco, en España, nación que ya supera los mil muertos y 20 mil contagios por covid-19. Hasta este viernes registraban un total de mil 465 casos en las provincias vascas.
Esta “Tamaulipeca por el Mundo” nos cuenta como es el vivir en ese lugar el “Estado de Alarma” decretado presidencialmente y que incluye no salir a la calle si no es “por razón justificable”, ya que de lo contrario la ciudadanía se arriesga a que le impongan multas que van de los 600 a los 30 mil euros, que significan de 15 mil 693 a 784 mil 800 pesos, según el tipo de cambio y la gravedad del hecho.
Diana creció en la colonia Miguel Alemán de Victoria, estudió Químico Farmacéutico Biólogo en la Universidad del Noreste (UNE) en Tampico. Actualmente tiene 27 años, vive con su pareja y su fiel mascota “Lenna”, en el norte de España.
Se dedica a hacer trabajos temporales, sin embargo el 13 de marzo le notificaron que no debía presentarse y que las actividades quedaban canceladas debido a que se estaban empezando a tomar medidas por la emergencia sanitaria ocasionada por el otrora coronavirus hoy identificado como covid-19.
Hasta antes del viernes antepasado, las restricciones se llevaban a cabo por zonas y conforme al número de casos. “Para el viernes, ya se veía que día a día iban aumentando los casos muy rápidamente, se veían mil casos nuevos de un día para otro y no parecía ser suficiente el ‘aislar’ solo ciertas zonas o cerrar lugares concurridos”, relató.
Al siguiente día (sábado 14 de marzo) fueron dadas a conocer todas las medidas a tomar en ese estado de alarma, que entraban en vigor ese mismo día por la noche.
“Las medidas con las que hemos estado viviendo desde ese día son básicamente no salir a la calle si no es por razón justificable. Actualmente la policía está por las calles verificando que se cumplan (las restricciones). Esas razones justificables son: ir a la tienda por productos básicos (higiene/comida), sacar a las mascotas a hacer sus necesidades porque aquí la mayoría de la población vivimos en edificios, no es como allá (en Ciudad Victoria) que se tiene patio o cochera; e ir a la farmacia o ir al trabajo”, no más.
El País Vasco o Euskadi es una comunidad autónoma constituida por tres provincias: Álava, cuya capital es Vitoria-Gasteiz; Guipúzcoa cuya capital es San Sebastián/Donostia y Vizcaya, cuya capital es Bilbao. Ahí se realizan actividades industriales, pesqueras y comerciales muy significativas.
En el extremo oriental de la costa del Mar Cantábrico se encuentran los límites con Francia, donde los casos de Covid-19 se duplican cada cuatro días. Hasta el viernes sumaba 372 muertos y cuatro mil 761 hospitalizados.
Diana quien anteriormente ya había formado parte de nuestros “Tamaulipecos por el Mundo” (https://eldiariodevictoria.com/2019/07/28/decidida-aventurera/) cuenta que hoy, la policía está por la calle dando rondines, “y si sospecha que estás sin razón justificable, se acerca a ti y te hace preguntas como ¿a dónde vas, dónde vives?, te puede pedir tus documentos de identificación y si comprueba que estas en la calle sin razón te puede poner una multa. Esas multas van desde los 600 hasta los 30 mil euros, dependiendo de la gravedad o incluso cárcel por hasta un año”.
Añade que otra de las medidas es el desplazamiento individual; es decir, sólo una persona tiene permitido el tránsito a la vez. “Incluso en el coche solo puede ir una persona. Hay retenes en las salidas y entradas de las ciudades verificando que las personas no se desplacen por ocio a otra ciudad o casa de campo a pasar el fin de semana y también que vaya solo una persona por automóvil”.
¿Cuál es la reacción de la población?
“La gente toma bien las medidas en su mayoría, aunque hay de todo y por eso ya se han puesto multas a algunas personas. Al principio como había tan pocos casos sí se veía incredulidad y se veía muy lejano todo, pero (el número de casos) empezó a subir muy rápido y ahora sí parece que la gente está poniendo más de su parte para que no se siga expandiendo”.
Y alerta: “Los hospitales hoy están a punto de llegar a su límite, hay casi 20 mil contagiados y mil muertos. En Madrid y otras comunidades hay hoteles que se están convirtiendo en hospitales para pacientes que no están tan graves para que no usen las camas en hospitales y sigan disponibles para quienes sí las necesitan. También se están montando hospitales en gimnasios y áreas grandes por parte del Ejército”.
“Los médicos y enfermeras dicen que no tienen suficiente material como guantes, cubrebocas o equipo de protección personal y eso está provocando que muchos médicos y enfermeras terminen también contagiados. Hay de hecho una lista de 50 mil médicos jubilados y recién egresados a quienes van a llamar cuando se vaya necesitando porque ya no se dan abasto, tampoco el personal sanitario”, comentó.
¿Cómo estás, cómo te sientes?
“Yo me encuentro bien de salud pero siguiendo las medidas al pie, cada que tengo que salir lo hago sin tocarme la cara, lejos de la poca gente que pueda haber por ejemplo en el supermercado y al volver, a lavarme las manos a conciencia”.
Sus trabajos temporales son por días o semanas por lo que no recibió ninguna remuneración por cancelación de los servicios. Afortunadamente, dijo, tampoco representó un gran golpe para ellos, pues el mayor ingreso es por parte de su pareja que sigue yendo al trabajo como normalmente.
“Hay muchas empresas que siguen funcionando aunque también hay muchas otras que han cerrado, depende sobre todo del área. Bares, restaurantes, tiendas de ropa, etcétera, han cerrado y mucha gente sí se ha quedado sin trabajo… y (las empresas) que siguen funcionando están igual en la ‘cuerda floja’, porque no se sabe qué tanto va a afectar a la economía y existe la probabilidad de que cierren muchas empresas más o que recorten a su personal. Esa es la otra incertidumbre: Primero la de la salud, luego la del dinero”.
¿Qué te dice tu familia y amigos?
“Sí estoy en contacto con ellos mucho y lo que trato es de decirles que sigan las recomendaciones, que aquí ya se dice que se actuó tarde, que tenían que haber cerrado escuelas y restaurantes y declarar el estado de alarma mucho antes para evitar los números que hay ahorita porque prácticamente se está haciendo insostenible, así que por eso les digo: que se lo tomen en serio y que no se confíen de que ‘hay pocos casos’ porque de un día a otro crece muy rápido”.
En ese lugar, dijo, también hubo compras de pánico completamente innecesarias. “Los supermercados siguen abiertos, hay productos, se puede ir en el momento que se necesite; la incertidumbre aquí es sobre todo a saber si vas a conservar tu trabajo o no y esto es debido al crecimiento del número de infectados, es eso lo que se debería de evitar, que se expanda y por lo que hay que reducir el contacto con otras personas al mínimo”.
¿Puedes describir cómo es tu día allá?
“Un día mío bueno: me levanto, saco a mi perrita, desayuno, hago un poco de ejercicio que antes no hacía pero para no estar en el sofá todo el día, quise empezar a hacer un poco. Me baño y me pongo un poco presentable, luego ya esperar a que pase el día, hago de comer, limpio o me pongo a ver la tele o una serie, ya en la noche vuelvo a sacar a mi perrita, cenar y a dormir, y al otro día otra vez”.
Actualmente van en el sexto día de 15 que tiene oficialmente un estado de alarma, pero nos refiere que todo apunta que será extendido, previa consulta al Congreso.
A pesar de tener un activismo marcado en redes sociales, Diana ahora sólo sube fotografías de sus viajes anteriores, de experiencias pasadas, sobre todo porque no hay fotos recientes. “¡La verdad es que no tengo!, Es que solo subo videos a mis historias y desde mi ventana pues no se ve mucho”.
Por las calles, en la actualidad se encuentran uno o dos carros, al igual a dos o tres personas”.
En su hogar ha tomado medidas rutinarias de higiene. Por ejemplo cuando regresa, justo al entrar tiene preparado un kit para limpiar con una gasa y alcohol las almohadillas y la cola de su perra, luego la limpia completamente con toallitas desinfectantes, desinfecta igual el celular y después de eso va directo a lavarse las manos.
¿Ahora con lo del coronavirus pensaste en volver?
“Emm no, pero en un futuro dependiendo de cómo pinten las cosas no lo descarto”.
¿Quieres enviar algún mensaje a tu gente de acá?
“Bueno me gustaría decir también que este virus no es sólo para pensar en nosotros mismos, que pensemos en los demás: en los médicos, enfermeras y todo el personal de salud de primera línea que tendrá que estar ahí porque es su trabajo; en la gente que tiene que salir a trabajar sí o sí, en que toda esta gente tiene hijos, padres, abuelos para los que cada que salgan a la calle y vuelvan a la casa van a representar un riesgo pero no tienen otra opción, pero ir al cine sí es opción, ir al gimnasio sí es opción, ir a comer sí es opción, ir a casa de un amigo sí es opción y cada persona que se quede en su casa y disminuya el contacto, va a disminuir también el número de contagiados”.
Y es que dice: “ese es el verdadero problema, el que mucha gente resulte contagiada, que necesite cuidados hospitalarios al mismo tiempo, que los hospitales no lo soporten y tengan que llegar a decidir a quién salvar y por quién ni siquiera hacer el esfuerzo para mejor hacerlo por alguien que sí tenga esperanza. El virus ya está ahí, ahora la única forma en la que podemos ayudar es saliendo solo a lo necesario para evitar el contacto con la gente y que no crezca”.
Y a manera de colofón concluye: “También (no sé si lo quieras poner) antes que todo quisiera que la gente supiera que lo que yo tengo para decir es solamente por lo que yo estoy viviendo, que aquí donde vivo, la política está de lado y los medios son transparentes. La crisis es real, las cifras son reales y el virus por supuesto también lo es. No es para manipular mentes, a mí nadie me ha dicho qué decir, ni simpatizo con ningún partido político. Es simplemente lo que yo estoy viviendo”.