Arely López Galicia.-
MATAMOROS, Tam.- A través de un comunicado dirigido a todos los católicos, el obispo de la Diócesis de Matamoros, Eugenio Andrés Lira Rugarcía, determinó que la celebración de todos los ritos que se realizarán durante la Semana Santa se lleven a cabo sin la presencia de la feligresía.
Lo anterior, para seguir las recomendaciones de la Sede Apostólica, de la Conferencia del Episcopado Mexicano y de las autoridades sanitarias del Gobierno federal y estatal, para evitar la propagación del covid-19.
Ante ello, el Obispo de Matamoros invitó a los sacerdotes a que, como lo han venido haciendo con “creatividad y generosidad”, transmitan las celebraciones a través de las redes sociales, informando oportunamente de los horarios a los fieles para que puedan unirse desde la seguridad de sus casas.
“En cuanto al desarrollo de los ritos, les ruego tener en cuenta las indicaciones dadas por nuestras autoridades de salud, y como lo determinó nuestro Santo Padre, se han tomado estas medidas para salvaguardar a todos”, indicó.
Con estas nuevas medidas, se instruyó que en el Domingo de Ramos, la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén, se celebre en el interior de las parroquias utilizando la tercera forma del Misal Romano.
Para el Jueves Santo, se deberá omitir el lavatorio de los pies y la procesión al final de la Misa en la Cena del Señor, y el Santísimo Sacramento se reserve en el sagrario.
El Viernes Santo, para la oración universal se enviará oportunamente una especial intención por los enfermos, por los difuntos y por aquellos que han sufrido alguna pérdida, y la adoración de la Cruz con el beso se limitará solo al celebrante.
En el caso de la Vigilia Pascual, se celebrará únicamente en la Catedral y en las iglesias Parroquiales. Para el inicio del “lucernario” se omite el fuego, se enciende el cirio y, omitida la procesión, se hace el Pregón pascual. Sigue la Liturgia de la Palabra. Para la Liturgia bautismal solo se renuevan las promesas bautismales.
En cuanto a la Misa Crismal, Lira señaló que oportunamente informará la disposición que los obispos de México tomen sobre un posible traslado a otra fecha.
“Ahora que la amenaza de la pandemia del covid-19 nos obliga a readaptar nuestros planes y nuestras rutinas, elevemos los ojos a lo alto, hacia Dios. Y a pesar del desconcierto, de la incertidumbre y del dolor, con fe, digámosle, con Jesús y como Jesús: no se haga mi voluntad, sino la tuya”, concluyó el comunicado.
