diciembre 12, 2024
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abril 8, 2020 | 624 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Cd. Victoria, Tam.-
Dallas ha sido uno de los condados que ha dado cobijo a innumerables familias de tamaulipecos. Hoy es una de las ciudades de Estados Unidos en las que casi suman mil casos de covid-19 y en las que han extendido la cuarentena al 20 de mayo, según una determinación judicial de la Corte de Comisionados de Dallas.

Con lo anterior, al igual que en muchas ciudades del mundo, tratan de bajar la curva y mitigar la propagación de la pandemia, que ha colapsado el sistema de salud norteamericano, así como el de otros países europeos y de Latinoamérica.

En Dallas los negocios piden un respiro, pues unos desde el 17 y otros el 23 de marzo comenzaron su “Quédate en casa” (“Stay at Home”) bajaron la mayoría la cortina hasta nuevo aviso o definitivamente. Los trabajos se han perdido y el escenario para los connacionales no es nada fácil.

Hoy, Letty Flores, oriunda de la urbe petrolera (Ciudad Madero), forma parte de los “Tamaulipecos por el Mundo” y nos comparte cómo ha vivido esta crisis sanitaria que “le ha pegado” a todo el mundo.

Letty es madre de familia y mujer trabajadora, tiene tres hijos y labora en el sector gastronómico como mesera; su empleador (que es el mismo de su marido) les ha enviado a su casa y solo hay guardias para los pedidos para llevar.

A diferencia de otros paisanos que viven una verdadera tragedia, Letty y su familia lograron hacer un ahorro y ese recurso fue invertido ya para hacerle frente a la cuarentena, quedarse en casa y sobre todo abastecerse de víveres, pues la escasez alimentaria es lo que más se ha resentido.

No obstante, la preocupación aumenta en esta familia que comenzó su vida hace 17 años en esa ciudad.

¿Cómo les va con el covid-19?,  se le pregunta.

“Pues hasta el 17 de marzo hubo trabajo y se cerró el restaurante, dijeron que en tres semanas iban a tratar de abrir; ahora solo hay órdenes para llevar y verán cómo les va… también van a tratar de rotar a la gente… Mi esposo también trabaja ahí, cuando no había ningún problema de esto a él le llamaban para manager”.

Y enfatiza: “Aquí si no trabajas no ganas… es muy diferente. Todos estamos en aprietos”.

El miedo llega solo al pensar si se alarga más la crisis sanitaria en ese país, sobre todo porque no cuentan con la ayuda gubernamental.

No obstante, su enfoque está en cuidarse de no contraer la enfermedad.

“Nosotros tenemos la costumbre de salvar o ahorrar dinero para emergencias y eso nos ha ayudado y hasta por cuatro meses podríamos pasarla, pero de ahí ya no, si no hay entrada de dinero”.

Ahora ella y su familia están sanos, siguen las medidas preventivas, están resguardados y solo salen cuando es necesario.

Cuenta que las clases en línea de la escuela de sus hijos comenzaron el 23 de marzo y en esta semana se les comunicó que seguirá hasta el 30 de abril la cuarentena. Según concluía ayer viernes tres de abril.

“Acá permanecemos en casa, solo salimos a lo necesario: ir por mandado y lo hago cada dos semanas bien protegida con cubre bocas y al regreso desinfectarte antes de entrar a la casa cambiamos zapatos y directo al baño”, señaló.

Un día para ellos sin cuarentena se centra en llevar a los hijos a la escuela, ellos al trabajo por la tarde y realizar actividades familiares cuando se puede. Actualmente viven en un aparcadero donde la ‘traila’ es propia y solo pagan por el estacionamiento y cumplen con sus obligaciones fiscales.

Al cuestionarle sobre ¿cómo ven a Tamaulipas desde allá?.

Letty revira: “Pues que si no hacen caso se va poner peor que aquí. Hace tres semanas se hablaba de diez mil casos, ahorita ya son más de 200 mil. Antier eran tres mil muertos ahora ya son más… ese virus es extremadamente contagioso”.

Nos cuenta que su esposo empezó a rastrear sobre el virus desde febrero ya cuando sabíamos de los casos de China y cómo se esparció, investiga mucho a los epidemiólogos, busca fuentes, él me dijo cómo iba estar este asunto y yo empecé el uno de marzo a guardar despensa y en una semana después, ya no había nada de desinfectantes, no había jabón, ni papel de baño y la comida enlatada escaseó. Hasta la Maseca se escaseó, así como el arroz y los frijoles”.

Pidió que por el momento deben de seguir las recomendaciones, por ejemplo, allá en Dallas ya hay reglas, ya empiezan a repartir papel de baño un paquete por persona, el huevo se escaseó al igual que la carne.

Sí hay escasez de ciertas cosas, tardan en surtir y subieron los precios. Lo peor: “No hay trabajo” y no solo para las personas indocumentadas, sino que es una situación pareja.

Mientras tanto, la vida sigue en ese lugar en el que en el refugio los connacionales enfrentan la que es la crisis sanitaria más fuerte en los últimos tiempos, así como sus repercusiones económicas, políticas y sociales.

“Sólo tú sabes de tu estatus y sabes que los mexicanos somos ‘libro abierto’ con nuestra gente, pero también hay gente mala, así que si no hay confianza no hablas de tu vida con cualquiera”.

En medio de toda esa crisis, a pesar de ello cuenta con sus amistades hispanas y americanas, con quienes se llaman y mensajean para darse soporte en esta crisis.

Por ejemplo, ayer mismo salió a ver a una amiga americana de 60 años que trabaja con ellos recibiendo a la gente y asignando mesas; traía ansiedad y decía que se quería suicidar.

“Así que por eso salimos, porque fuimos apoyarla y a dejarle una medicina naturista para los nervios para que se calmara, pero más que nada darle apoyo y ofrecerle nuestra amistad en lo que pudiéramos apoyarla. La vimos en la calle, por esta contingencia no podemos llegar a su casa”.

Lo único que le pueden dar, dijo, es apoyo moral, sobre todo porque la mujer vive sola…”

“Pues solo siento que esta crisis podemos pasarla si todos nos apoyamos”.

Letty, y ¿extrañas Tamaulipas… ahora con esto has pensado en regresar?

“Sí extraño porque de mi familia soy la única que vive acá… no pienso en regresar porque mis hijos son de aquí y la vida allá también es dura. Mis hijos están muy bien aquí. De hecho nosotros no vivimos mal, pero con esto que está pasando, tengo fe que saldremos adelante; tengo ejemplo de mi madre (mamá Mela) que siempre trabajó, era ahorrativa y nos enseñó a prevenir para los días no tan buenos”

Cuenta que sus hermanos (Bernardo, Mary, Enedina y Gladis) “son mi apoyo, mi papá (Don Nalito) siempre me decía: Letty si quieres regresar, aquí tienes tu casa y te apoyamos en lo que pueda y mis hermanos así, aunque estoy acá me ofrecen ayudarme en lo que puedan. Les agradezco porque sé que tengo su apoyo”; sin embargo, su vida está allá.

Por lo pronto, espera a que la situación se normalice. En el inter, trata de aprender cosas para ver otro giro y sobre todo enfocadas a su carrera, ella es Licenciada en Informática Administrativa y por ahora está interesada en programación de páginas web, hacer la cuarentena amena a sus hijos y después seguir trabajando con el sueño de sacarles adelante, unidos, amados y en familia.

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