José del Carmen Perales Rodríguez.-
Cd. Victoria, Tam.-
La oleada de intentos de fraude ofreciendo créditos personales y suplantando la identidad de entidades financieras, no cede y podría generar pérdidas económicas a quienes caen en el engaño, al incrementarse la necesidad de recursos, debido a la pandemia de covid-19.
Así lo advirtió el subdelegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Rogelio Mata Delgado, al referir que existe una alerta nacional para evitar que más personas sean despojadas de dinero.
“Se alerta de nueva cuenta a la población en general de la existencia de empresas ficticias, que se ostentan como entidades financieras a través de las redes sociales, páginas de Internet apócrifas o anuncios en periódicos”, expuso.
Agregó el funcionario que estos defraudadores ofertan supuestos créditos, a cambio de cantidades de dinero que deben pagarse anticipadamente, supuestamente por concepto de comisiones por apertura y/o fianza.
“La información que tenemos en Condusef es que las personas engañadas han pagado y perdido cantidades que van entre los mil y los cien mil pesos, por lo que han tenido que recurrir ante el Ministerio Público a presentar la denuncia correspondiente”, apuntó.
Mata Delgado mencionó que en las últimas semanas nueve sociedades financieras de objeto múltiple, entidades no reguladas (Sofomes, ENR), una unión de crédito, una sociedad financiera popular (Sofipo) y una sociedad cooperativo de ahorro y préstamo, denunciaron suplantación de sus nombres.
“Estas entidades, debidamente inscritas en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (Sipres), informaron que incluso utilizan algunos de sus datos fiscales o administrativos, con los cuales defraudan a personas que buscan obtener un crédito rápido y barato”, detalló.
Finalmente, comentó Mata Delgado que estas empresas falsas contactan vía telefónica o por redes sociales a las personas, ofreciéndoles créditos con mensualidad de montos pequeños para hacerlos atractivos, pero al final ni reciben el crédito ni tienen a quién reclamar.
