Scott, un hombre estadounidense se vio forzado a separarse de su pequeña hija ya que ella padece cáncer y él podría ponerla en peligro debido a la pandemia de covid-19.
A pesar de la propagación del virus, Scott siguió laborando, hasta que por fin logró conseguir un permiso en su trabajo para ponerse en cuarentena y así descartar cualquier contagio, sin embargo, tuvo que alejarse de su familia.
Fueron aproximadamente siete semanas las que el hombre estuvo sin poder abrazar a su hija, de cuatro años de edad, mirándola solo a través de un cristal, hasta que por fin obtuvo la autorización por parte de los médicos para acercarse a ella.
El reencuentro fue mágico, Mia no dudó en lanzarse hacía los brazos de su padre después de tanto tiempo separados.
El conmovedor momento ha llevado a las lagrimas a miles de usuarios, volviéndose viral en redes sociales en cuestión de horas.