diciembre 12, 2024
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mayo 21, 2020 | 4824 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Este jueves Yuli tiene la primera sesión de quimioterapia. Hace dos meses, esta joven de 26 años fue diagnosticada de cáncer de colon y, aunque podría ser uno de los mayores retos de su vida, mantiene el ánimo y pide a la comunidad a ser más empáticos con quienes atraviesan por una situación de salud.

Blanca Yuliana Grimaldo Mireles nos cuenta que desde hace medio año comenzó con los primeros síntomas, malestar estomacal, vómito, dolores, estreñimiento, pérdida de apetito, distensión estomacal. Le diagnosticaron primeramente colitis o gastritis.

Acudió a médicos particulares y a la clínica del Issste que le corresponde, pues es Maestra y cuenta con la derechohabiencia.

Después de varias revisiones, incluido un TAC y una colonoscopía, los dolores seguían presentándose, por lo que visitó un médico en Victoria.

Le dijeron que le tenían que hacer una cirugía, la practicaron pero no pudieron retirar todas las células dañadas. Una obstrucción resultó ser cáncer de colon con metástasis.

Este jueves recibirá su primera quimioterapia en el Hospital Oncológico de Victoria, a donde fue referida debido a que en el Issste no cuentan con los aparatos ni los especialistas.

La Asociación Civil Cachito de Luz le está ayudando con una parte del tratamiento, la otra mitad tiene que costearla ella. Cada 14 días se requieren de 17 mil pesos. El tratamiento es por seis meses y el costo aproximado general será por más de 204 mil pesos.

Pareciera que Yuli ya está mentalizada a lo que va a vivir: “Son cuatro pastillas por la mañana, cuatro pastillas por la noche… ocho al día por 14 días y el primer día una quimio inyectada por la vena”.

No obstante, al pedir a la comunidad ser más empáticos con quienes atraviesan por una circunstancia de salud, se le quiebra la voz. Cuenta que una amiga recién falleció y atravesó por momentos sumamente difíciles, pues no había mucha gente a su alrededor para apoyarle.

Yuli recibió hace poco su plaza de Maestra en Matamoros, donde vivió hasta hace unas semanas debido a que se puso mal y tanto ella como su esposo e hijo tuvieron que cambiar de residencia a esta Capital, donde viven sus padres y quienes le ayudan.

En medio de todo, asegura que trata de mantenerse positiva, y a través de este medio pide que le “echen la mano” para juntar tapas de plástico para ser entregadas a la asociación “Cachito de Luz”.

A través de su cuenta en Facebook (Yuliana Grimaldo) Yuli publicó:

“Amigos y familiares, como muchos de ustedes saben, estos últimos meses fui diagnosticada con cáncer de colon, y estoy en la etapa inicial del tratamiento.

“Agradezco infinitamente las muestras de apoyo y afecto que he recibido de su parte, pues me han llenado de fortaleza para hacer frente a estos momentos de adversidad.

“Cómo también saben, el Issste me brinda parte de las atenciones del tratamiento, pero debido a las limitaciones del mismo sistema de salud, mi familia ha gestionado apoyos a otras instituciones y fundaciones.

“La fundación Cachito de Luz accedió a apoyarme para solventar el gasto de algunos medicamentos del tratamiento; y como forma de retribuir un poco de la ayuda que me brindan, mi familia comenzará la recolección de taparroscas, que es una de las principales vías de las cuales la fundación obtiene sus recursos.

“Es por ello que hago extensiva la invitación a todo aquel que quisiera apoyarme en la recolección, comuníquese conmigo por WhatsApp al número 8341505200 o con alguno de mis familiares cercanos.”

Asimismo, mencionó que son sus amistades y familiares quienes han estado realizando actividades y con ello juntar los recursos para atender su padecimiento.

Yuli puede recibir también donaciones a la cuenta BBVA Bancomer número 4152 3136 2705 3155 en la que se pueden hacer transferencias.

Con el cambio de residencia, su marido, que es Ingeniero Industrial, dejó el trabajo en Matamoros y por ahora solo dependen del sueldo de Yuli. Hasta ahora no ha podido colocarse en un empleo debido a la contingencia sanitaria por el covid-19.

Yuli y su familia están recibiendo las donaciones de tapas en la calle Amabilidad número 350 en la colonia Vamos Tamaulipas, de diez de la mañana a seis de la tarde.

O también pueden remitirlas a la asociación “Cachito de Luz”, ubicada en la calle Rafael Tejeda número 230 en la Colonia del Maestro, a la que también encuentras en Facebook con solo buscar su nombre.

PARA EL APUNTE

De acuerdo con la Revista “Por tu Salud” de la Secretaría de Salud de Tamaulipas, el cáncer de colon y recto ocupa el cuarto sitio en prevalencia y mortalidad en el país, sobre todo porque la mayoría de las personas que lo presentan fueron diagnosticadas en etapas tardías

Según el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), se presentan alrededor de ocho mil 700 nuevos casos cada año y existe una mayor incidencia en hombres que en mujeres.

Como se sabe, el colon y el recto (intestino grueso) conforman el último tramo del sistema digestivo.

“Más del 95 por ciento de los cánceres colorrectales comienzan en las glándulas productoras del moco que protege el interior del colon y del recto. A este tipo de cáncer se le conoce como adenocarcinoma”.

Según la Secretaría de Salud, los signos y síntomas aparecen en etapas avanzadas, por lo que hay que estar atentos en los cambios en la defecación por varios días.

Existen episodios de diarrea que va y viene o estreñimiento, heces más delgadas, sangrado rectal, heces oscuras, sangre en las heces fecales o en el papel sanitario; asimismo, se pueden presentar cólicos o dolor abdominal, debilidad y cansancio, sensación persistente de necesidad de defecar que no desaparece después de hacerlo o pérdida inexplicable de peso.

 

NO AUTOMEDICARSE

De igual forma, la Secretaría de Salud recomienda no automedicarse si se tiene alguno de estos síntomas constantemente o por tiempo prolongado (meses) y, sobre todo visitar al médico para conocer la causa y el tratamiento.

Entre los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar cáncer colorrectal se encuentran:

 

EL DATO

Según las estadísticas, nueve de cada diez personas son mayores 50 años; una de cada cinco personas que padece cáncer colorrectal tiene familiares que también han sido afectados y alrededor del cinco al diez por ciento de las personas que desarrollan esta enfermedad presentan defectos genéticos hereditarios que la causan.

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