Singapur, 22 May (Notimex).- Un hombre malasio, de 32 años, fue condenado a muerte en Singapur por vía remota a través de una aplicación de videoconferencia, por haber participado en una transacción de heroína en 2011.
Este es el primer caso en la ciudad, en el que se utilizan plataformas de videoconferencias para realizar sesiones para emitir sentencias de forma remota, en el contexto de la pandemia por COVID-19.
De acuerdo con declaraciones hechas por un portavoz de la Suprema Corte de Singapur, la audiencia se realizó por videoconferencia «para la seguridad de todos los involucrados en el procedimiento».
Fue el primer caso penal en el que se pronunció una sentencia de muerte por audiencia remota en Singapur, agregó el vocero. El abogado de Punithan Genasan, Peter Fernando, dijo que su cliente recibió el veredicto del juez en una llamada de Zoom y estaba considerando una apelación.
Algunas organizaciones de defensores de derechos humanos se han opuesto al uso de las plataformas de videoconferencias, sin embargo Fernando señaló que la realización de la videoconferencia no violaba ningún derecho de su patrocinado pues sólo había sido para recibir el veredicto del juez que pudo escucharse con claridad.
La severidad del veredicto contra el acusado se enmarca en el contexto de la política de cero tolerancia para los delitos relacionados con drogas que mantiene Singapur.
«El uso de Singapur de la pena de muerte es inherentemente cruel e inhumano, y el uso de tecnología remota como Zoom para condenar a muerte a un hombre lo hace aún más», dijo Phil Robertson, subdirector de la división de Asia de Human Rights Watch (HRW).
HRW también ha criticado un caso similar en Nigeria donde se entregó una sentencia de muerte a través de Zoom.